OPINION, 20 de mayo de 2021
Tenía que actualizar mi pase
de conducir dado el cambio de Residente Permanente a ciudadano de este país. El
primer día que fuí no aceptaron utilizar copia del documento respectivo. Razón
por la cual, se debió pedir un nueva cita a través del computador. Llegó ese día
y muy temprano antes de las 9 a.m. hice presencia en Walton Road y US1. Al
inicio había cola, ya no, todos alrededor de la puerta principal.
Persona a cargo informa que: –
yo no entendí exactamente que quería decir – aun así unos se colocaron al lado
izquierdo y los otros al derecho. Yo creía que me tocaba al lado derecho y ahí
me quedé. ¿Por qué? Intuición. Llegó
otra persona con un listado. Persona a persona preguntaba por el nombre,
algunos llevábamos copia de la confirmación de la cita y de inmediato nos daban
ingreso al lado derecho.
Ya adentro quedé de primeras
pero no sabía qué hacer. Al lado y lado habían funcionarias, dos de ellas
estaban atendiendo dos visitantes. Al volver la cabeza una funcionaria me
oriento para que llegara a su área de atención. “En que le puedo servir”. Creo
que actualizar pase de conducir. Me pidió el “Original del documento junto con pase de conducir”. Con un inglés que no
le pude entender, me dio instrucciones para que me tomara una foto al final del
pasillo.
Me fui a tal área, pero la
puerta estaba cerrada y decía: Solo para personal, No, esa no era. Traté de abrir,
pero me fui imposible”. El último funcionario de dicho lado me indicó, que la
foto era a mi lado derecho. Agradecí, y me coloqué frente a la pared donde había
una tela blanca con números al lado derecho.
Dicho señor, gentilmente me dijo, “la cámara
está a su espalda, eso fue lo que entendí. Al voltear la cabeza, noté que en
efecto la cámara estaba a mi espalda. Pedí disculpas. Me sonreí frente a la
cámara, cuando escuché que la señorita
me llamaba. Fui rápido, ella me dijo: ”Foto se dañó. Que en el piso estaban
marcados como debía colocar los pies, que debía sonreír, pero sin abrir la boca.
Regresé al lugar que ya
“conocía” y claro allí estaban las huellas de los zapatos, asٕí lo hice y nueva foto sin abrir la boca pero
con sonrisa. Regresé donde la funcionaria, que podía pagar con tarjeta de
crédito pero debería pagar $2 dólares más, caso contrario en efectivo o cheque.
Pagué en efectivo. Aproveché la oportunidad para consultarle como iba su
español, me dijo que muy poco. Saqué de inmediato El Hispano y lo doble donde
estaba el listado de cursos y mi artículo, pagina 6.
Le enseñe donde estaba la
información. Le interesaba. Quédese con el periódico, “No gracias”, rápidamente
sacó una foto del listado. Yo hubiera buscado un lápiz y una hoja de papel para
tomar la información que me fuera útil. Ya
con mi documento de ciudadano y el nuevo pase de conducir y el viejo, me di por
servido.
De inmediato me fui a Walmart
a la sección de Farmacia. Nadie haciendo cola, que alegría. Pronto una señora me
atendió, y lo primero que le dije después del saludo ¡Ah! Pero hablas español. “Sí,
claro”. Hace como unos tres meses yo te vi en adiestramiento. Yo escribo para
un periódico y saqué la copia de El Hispano, página 6 en la parte superior el
anuncio de todos nuestros cursos y en la parte inferior mi foto y mi artículo.
De inmediato le informó a sus vecinas que era periodista.
En dos segundos le dije: “Hispanics
in Action, Inc. colabora con el desarrollo de la comunidad con cursos de
inglés, francés, español y además tenemos un curso especial para quienes desean
ser Ciudadanos Norteamericanos. Iba a tomar nota, pero le dije que se quedara
con él. Ella quedo contenta y yo a mi vez también.
Luego compramos unos bananos pero
al llegar a la caja no sabía cómo marcar bananos, afortunadamente una asistente
marcó lo que ella sabía y pronto marcaba lo que debía pagar.
Había superado tres tramites
diferentes, sin pena ni gloria. No, espere, sin gloria pero si con pena. Como
fue que no pude entender las indicaciones que la funcionaria a la entrada nos
separó, o la de la funcionario que me dijo para tomarme la fotografía.
Sencillo, uno va con la idea que no hay palabra que uno no sepa. Falso, lo que
sabemos del idioma no es suficiente.
No hemos practicado lo
suficiente, el lenguaje es un proceso que nosotros no entendemos, que con saber
lo básicos ya, todo está listo. En cierta forma pareciera que seguimos con la
idea del señor que nos va a tomar la foto y se esconde con una tela negra y
dice “sonría”, ¡Wow!
Las cosas van cambiando, pero
nosotros nos vamos quedando, siempre con la idea que nos las sabemos todas,
pero con el desconocimiento de la realidad. Cada vez las cosas cambian.
Precisamente hace unos dos o tres años la Sección de Pases era en la entrada a
la izquierda. La señora a cargo lo saludaba a uno. Ahora hay dos señoras, cada
una con mensaje diferente pero sin el saludo cordial de tan gentil dama.
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