OPINION, 29 Abril 2021
¡What!, y eso que nos pasó. Como
así, que vamos a leer en un telepronter. Sí, así como lo ve. Pero porqué, si ni
siquiera sé que es un telepronter. Bueno yo nunca pensé que tendría algo que
ver con ese sistema. Si esto es solo una palabra que uno no conoce, cómo será
si uno tuviera que trabajar para Google o Facebook, donde los equipos deben ser
lo último en los avances tecnológicos. Obvio, allí no estamos, porque no nos
preparamos para eso. ¿Entonces para que nos preparamos?
La semana pasada les comentaba
sobre cómo no podemos saberlas todas,
pero en otras palabras nosotros si podemos saber de todo aquello a nuestro alrededor.
Lo malo o lo bueno es qué tan útil lo que sabemos, ¿nos va a servir en la vida?
Claro, a mayor conocimiento de determinadas palabras mejor nuestra probabilidad
de estar ubicado en nuestra escala social. De ahí cómo el conocimiento nos pone
a prueba, en particular en medios como el actual.
Y es que si echamos una mirada
al reciente pasado nos daremos cuenta que durante esos años este país dejo de manejarse como un país
líder en diferentes campos pero en especial la ciencia, los avances espaciales,
la economía y que tal el calentamiento universal. Tanto que nos dejaron fuera
de todo competencia. Bueno esto está cambiando y para ello el país debe ser
osado. Igual nos pasa a nosotros, no podemos saltar al estrellato con paños de
agua tibia.
De ahí que tenemos que buscar
opciones de desarrollo. Eso no significa seguir con lo mismo, no, el cambio es
en serio. A mi corta edad me doy cuenta que aun puedo hacer cosas que nunca
pensé desarrollar. Aun cuando no busco el enriquecimiento, no significa que me
quedaré en la casa esperando que me llamen a desayunar. No, haré todo lo
posible por incursionar en otros campos.
Y es que esto que me acompaña me
hace cada día pensar que debo lograr, como avanzar, como llegar a quienes
pueden aprender de mí, etc. Será difícil, es posible que un poco, pero eso no
me limita perseverar en mis ideales y deseos de superación personal. Lo que si
espero es que otros con liderazgo enrumben hacia metas que a todos nos
favorecerán, indudablemente. Recordemos vinimos con una misión y debemos
cumplirla.
Regresemos donde quiero
llegar. El telepronter, es la tecnología aplicada para facilitar a quienes a diario
deben comunicarse con sus oyentes o publico en los diferentes medios de comunicación.
El mejor ejemplo los oradores políticos que nos dan la impresión de saberse
todo de memoria, pero no, están leyendo lo que escribieron o personal
especializado, les prepararon, sin que uno se de cuenta.
En esta época de trabajo desde
la casa, ciertas tecnologías han logrado un pleno desarrollo que nos puede
sorprender dado que nosotros no estábamos expuestos a ellas. Aun así y
precisamente gracias a ella, me refiero a la comunicación virtual universal a
través del computador, hemos llegado a sitios que nunca imaginamos.
En artículo anterior les comentaba,
como a raíz del Covid-19 me enteré del Zoom y de inmediato pedí apoyo a quienes
ya dominaban su manejo, dándome la oportunidad de esparcir el conocimiento de
nuestro idioma a residentes no solo en Port St. Lucie, no, también en ciudades
en la Florida y de paso Carolina del Norte, Massachusetts, Connecticut y luego
a Canadá y que tal, Colombia. ¡Wow! Qué tal si me quedo esperando la
recuperación de clases en el salón de clase habitual, “me hubiera muerto de
hambre”, como decimos.
Recordemos que mi
organización, Hispanics in Action, Inc. es una organización sin ánimo de lucro,
y obviamente sin dinero para acceder a tales tecnologías. Algo importante, no
para todo se necesita el dinero, no, pero es ahí donde nos preguntamos,
entonces ¿estamos obligados a morir en la inopia? ¡NO! Por algo Dios nos dio
una misión en este universo y debemos cumplirla. Gracias a ello estamos
llegando a lugares que nunca imagine.
Adonde he querido llegar. No
esperemos que las cosas, el conocimiento nos llegue. No, cambiemos de
estrategias, de personas a nuestro alrededor, con conocimientos superiores a
los nuestros, busquemos nuevas alternativas, dejemos en este país y esta
nuestra familia, la herencia del conocimiento en pleno desarrollo. ¿No le
parece?
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