sábado, 6 de marzo de 2021

LA FELICIDAD NO ES HACER LO QUE UNO QUIERESINO QUERER LO QUE UNO HACE

 OPINION, 11 marzo 2021

¡Querer lo que uno hace! ¡Wow! Nos complicaron la vida. Bueno creo que es importante que tratemos de comprender el valor de las palabras para así llegar a comprender algo que para todos es común. Todos tratamos de ser felices, tomando en cuenta las varias definiciones existentes. Digan mucho o no, es probable que las definiciones de lo que es felicidad, este lejos de lo que nosotros compremos como tal.

Antes que nos alteremos es bueno que iniciemos un repaso de aquellas cosas que hoy estamos haciendo, porque nos toca o porque nos agrada o por necesidad. Sea como sea, bien vale la pena evaluar lo que hoy trato de comunicarle a través de estas palabras.

Para tal tarea, complementemos que la felicidad no es lo que nos pasa, sino como interpretamos lo que nos pasa.

Precisamente en mi búsqueda de artículos en Youtube,  para mantenerme actualizado, encontré la conferencia que la Dra. Marian Rojas-Estapé dio sobre la Felicidad. Le agradeceré visitar:  https://www.youtube.com/watch?v=5qD7pbw-_2U para ampliar su concepto de lo que, entre otras definiciones, dice que “la felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace”. Completamente de acuerdo. Veamos en el siguiente caso, no solo como uno puede ser feliz, sino, cosa más difícil hacer feliz a otros. ¡Wow!

Indefectiblemente, cuando nos mencionan nuestras obligaciones con el prójimo, pareciera que eso es “harina de otro costal”. Claro que no. Hoy más que nunca dependemos de los impactos que logremos tanto en la vida profesional como a nivel de nuestros hogarares. Es acá donde nuestra personalidad se pone a prueba. “To be or not to be”

Para la muestra un ejemplo. Llegó a mi mente comentarles lo que me paso cuando por primera vez en mi vida daba a conocer mi hoja de vida. Quien fuera a ser mi jefe inmediato, me pidió que llenara el formulario de solicitud de empleo, donde plasmaría los estudios y experiencia que yo poseía.  

Al entregarle la hoja de vida dijo: ¿Estarías disponible para para viajar a Lima, Perú, para adiestramiento en las funciones del cargo? No podía salir de mi asombro. Como él, sin conocerme, pero sabía de donde venía, determinaba mi capacidad y personalidad adecuada para cumplir las variadas funciones del cargo. Luego de entregar la hoja de vida, quede sujeto a una llamada. Esto significaba algo que llenaba mi espíritu de una gran alegría.

Por segunda vez viajaría en avión, ya lo había hecho cuando asistí a la escuela, pero ahora sería en vuelo internacional y en hotel reservado por la oficina en Lima. No hay duda que esto me traería, un cambio radical. Feliz a mi hogar llegué. Mis padres aun no podían creer lo que me había pasado. 

En aquella época había obtenido de mis padres permiso para construir una casa de madera para mí como las que hoy hacen para los “milenialistas”.Aprovechando mis estudios de dibujo arquitectónico se me facilitaría diseñarla e inclusive hacer cálculos de las maderas que iría a utilizar, tipo de techo y número de tejas, etc. Mis padres me ayudaron a construirla. Este era un sueño que nunca pensé que lograría realizar.   

Regresemos donde iba. Aquella mañana, un sábado, como a las 10 a.m. estando en la puerta de mi “nueva residencia” mi madre me dijo que me llamaban por teléfono. ¿Quién podría ser? Yo no tenía amigos en aquel entonces, al escuchar la voz, me di cuenta que era la secretaria de mi futuro empleador. ¡Oh Dios! ¿Qué sería? Ella muy amablemente me dijo que mi solicitud de empleo había sido aprobada por la oficina central en Washington, D.C. Esto era de ensueño, la dicha me embargaba.

Para aquella época era relativamente tímido. Aun así, llegaba a donde debía llegar. Cumplía lo que me pedían, por lo que poco a poco me hacía conocedor de mi eficiencia. Uno de los puntos fuertes era hablar y escribir en inglés. El haber realizado estudios de lingüística en el Centro patrocinado por la UCLA University of California en Bogotá, debidamente becado y luego   graduado como Asistente Administrativo, también con beca, además de profesor de prácticas administrativas del Centro Colombo Americano, también en Bogotá, habían cimentado mi formación para tal cargo.

No hay duda, esta fue una de las muchas pruebas que pasé, teniendo la ¡mejor oportunidad para querer lo que deseaba hacer!

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