OPINION, 09 abril 2020
“No hay nada que por bien no
venga”. Pareciera que este dicho no viene al tema de este artículo, pero no,
realmente lo tiene. Hoy en día cualquier cosa puede pasar, máxime si no estamos
preparados. Como así, también tenemos que tener todo preparado. Claro,
indefectiblemente. Hoy más que nunca debemos estar preparados. Caso contrario
muerte prematura. ¡Wow!
No sé si se han dado cuenta
que 2.000 ventiladores que el nivel central envió a Nueva York, no sirvieron.
No les habían dado mantenimiento y por lo tanto se perdió la buena intención y
además la cantidad de vidas que se iban a salvar.
Nosotros no podemos fallar.
¿Sabes porque? Por qué es nuestra vida. La única que Dios nos ha dado y como
tal nosotros debemos mantener todo bajo control. En el nivel central contaban
con un manual para casos como el del virus. Pero nadie se tomó el cuidado de
aplicarlo y al final todo resulto con que el problema no es mío. Eso no nos
puede pasar a nosotros. A veces permitimos que las cosas pasen, solo por decidía,
precisamente porqué nuestra personalidad no da para más.
Terrible, ¿verdad? No debiera
ser así. ¿Qué significa esto? Tenemos
que estar en la jugada, no importa nuestra edad, nuestra posición social, si
casados o solteros, ricos o pobres todos tenemos que pasar por la edad madura, llamémosla
tercera edad, vejez o ancianidad. Todo quiere decir qué haremos el día que nos
llegue ese momento.
Pareciera que Dios nos ha dado
una magnífica oportunidad para que pensemos dos veces si como van las cosas y
nosotros las hacemos, está bien o debemos cambiar el curso, si es que aún es
hora. Todo depende de nosotros, de nuestro deseo de vivir nuestros últimos años
con la altura, la dignidad que Dios nos crio y nuestros padres y la sociedad
complementaron nuestra formación.
Pareciera que el lugar donde
tal etapa de nuestra vida la pasaremos, es éste. Sí, no veo alternativa. Ya hemos
pasado unos buenos años y por lo tanto sabemos que sí y que no y ¿cómo va el
agua al molino”. Esto nos da una gran ventaja, pues todo lo que tenemos que
hacer ya lo sabemos y tenemos inclusive los contactos para hacerlo lo más
agradable posible. ¡Why not!
Significa esto que todo lo tenemos
fríamente calculado. Difícil, para no decir imposible. ¿Por qué? Es nuestra
personalidad. Veamos lo que dice mucha gente de nosotros. Para estar preparados
para nuestros próximos años, debiéramos contar con economías de por lo menos 6
meses, para sobrevivir en caso de una emergencia. Bien difícil, ¿verdad? Apenas
recibimos lo que necesitamos para subsistir.
¿Qué llamamos emergencia? ¿No
contar con los recursos para sobrevivir con dignidad? Es posible. Será que nos
confiamos y en los que pusimos nuestras esperanzas nos fallaron. Evaluemos los
resultados, ellos no se equivocan. Por otro lado, recordemos que el coronavirus
es algo que a todos está afectando. Algo fallo y obviamente nosotros no
teníamos los medios y contactos necesarios para haber planeado la acción a seguir. Aun así, es
muy importante que nosotros veamos cómo
nos ha ido frente a nuestro programa de vida en este país.
No podemos pedirle “peras al
olmo” pero si consideramos que a ello tenemos derecho. Sencillo, no hacer nada,
es la mejor estrategia. Dejar a las nuevas generaciones que se encarguen ¿de
los arreglos finales? No sería lo más justo. Nosotros le podemos echar la culpa
a quienes queramos, pero no sería ético ni digno de nuestros principios. Nuestros
padres no en vano nos dieron la formación que precisamente nos aseguró llegar a
este bello país.
Esperemos que el resultado de
nuestra evaluación sea positivo y nos permita superar la recesión que nunca
pensamos nos afectaría en momentos menos pensados. De esto se ha venido
hablando hace más de dos años y ahora con los nefastos efectos del coronavirus y
junto con ellos de los 7 millones de desempleados, hasta la semana pasada. No
será que esto nos podrá afectar. Es bueno que hagamos las cuentas una vez más
con la esperanza de que no nos afecte, demasiado.
Estimado lector le recomiendo
visitar: https://www.youtube.com/watch?v=iPsLf_tmGmc
Creo que le
agradará ver como una mujer ve el mundo desde un punto de vista diferente, pero
con esperanzas de ser multimillonaria.
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