OPINION, 16 abril 2020
A nivel del hogar normalmente
creemos que manejamos nuestra economía con base en nuestros ingresos mensuales.
Pero bien sabemos que tales ingresos generalmente son escasos, viéndonos
forzados a utilizar créditos que resultan muy caros, al 25% tarjetas de crédito
sobre saldos de adelantos en efectivo. Esto lo estamos calculando con base en
una época donde hasta hace poco el desempleo era del 3.5 %.
No obstante hacia más de un
año que se venía hablando de una recesión. No se le dio trascendencia, como es
normal. Hoy, 10 de abril, 2020, el Fondo Monetario Internacional que aglutina a
189 países y cuya directora, Kristalina Georgieva, acabó de informar
oficialmente que estamos en la peor crisis económica desde 1930.
Ella misma comenta como solo
hace unos tres meses la economía global tenía proyectado un crecimiento del
3.3% anual. Pero frente a los efectos del coronavirus, desempleo y
estacionamiento parcial de la economía ha llevado al universo a estar en
recesión.
Alan
Rappeport del JP Morgan: dice que “The magnitude of recent job losses suggests
the unemployment rate could spike to 20% in April”. Recordemos que Estados Unidos contaba con un desempleo del 3.5% anual,
ahora sería del 20%.
Según Agencias de Inteligencia
norteamericana a mediados de noviembre del 2019, se tenían datos de lo que
estaba pasando en China. Esta información se pasó a diferentes oficinas de la
administración central, pero nadie sabe nada. Cuando ya se supo, pasó lo mismo
que en China, no se hizo de conocimiento oficial inmediato, al mismo tiempo nuestro sistema de información se demoró en tomar en serio lo
que estaba pasando y los peligro a que estábamos expuestos. Recordemos los
muertos no hablan.
Algo que es difícil de
comprender es como nosotros dejamos a la buena de Dios nuestra estabilidad
económica, que bien se refleja en las colas de cientos de vehículos con la
esperanza que les proporcionen un mercado gratis para sobrevivir. ¡Imposible!
Vieron por TV como en Wuhan, ya superado el problema, los policías lucían
cascos provistos de detector del virus. ¿Bajaron la guardia? NO. Y ¿nosotros
que, tapabocas de tela?
¿Entonces qué? Si eso nos está
pasando con nuestra salud ¿qué medidas debemos tomar para recuperar nuestra
estabilidad económica y emocional? Será que el gobierno estará considerando la
creación de organismos que analicen los fenómenos de virus, con el fin de estar
preparados para evitar pérdidas de vidas y problemas económicos?
Pero quien sino el gobierno es
el que debe encausar sus políticas en cambios radicales, que aseguren el
bienestar de la población, no solo los de altos ingresos, de todos. Ya vemos
como en el gobierno actual varios oficiales del gobierno se contagiaron con el
virus, lo mismo que el primer ministro inglés, Boris Johnson, inclusive estuvo
expuesto a la sala de Cuidados Intensivos. Salvándose de milagro.
Como vemos en algunos cosas
nosotros podemos tomar acción, pero en otros no. Veamos en lo que respecta a la
economía. Desde ahora, no más depresión. Esta solo nos afectará si nosotros la
dejamos que nos afecte. Pero si tomamos las medidas apropiadas controlaremos no
solo una recesión, sino el manejo estructurado de nuestra economía y la de los
nuestros para siempre.
Recuperemos nuestra confianza
en el futuro del país. Estamos próximos a las elecciones para presidente en
noviembre. Tenemos el poder del voto y sea como sea nuestra comunidad tiene una
gran participación del total del país. Hagámonos presentes con nuestro voto y
nuestra decisión de que este país, con su democracia al frente recuperará el
tiempo perdido y se posicionará en el sitial que siempre le corresponde.
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