domingo, 23 de febrero de 2020

LA SATISFACCION PERSONAL DEL DEBER CUMPLIDO


OPINION,  27 febrero 2020

No hay duda que tarde que temprano llegará el momento en que tengamos la necesidad de hablar el idioma del país, quiéralo uno o no. Y esto no tiene nada que ver con las normas sobre preparación sobre ciudadanía. Recordemos que lo que allí se practica, también así como se aprendió pronto se olvidará.

¿Qué quiere decir esto? Sencillo, aprender un idioma no es cosa de horas, días o meses, es de una vida y precisamente esto es lo que muchos no creen que sea necesario. Los que precisamente hoy creen que no lo necesitan, serán marginados por sus hijos, que por nacimiento o razón de estudios en la escuela primaria y secundaria se ven forzados a aprenderlo y luego la vida profesional, de complementarla

Como vemos se creará una necesidad, una demanda de estudiar a fondo el inglés, instrumento fundamental para competir en el medio profesional, social y familiar. Lo bueno de esto es que en aquel momento las instituciones encargadas de enseñarlo aprovecharán la oportunidad para posicionar su labor a precios que todos tendrán que pagar. Eso va a doler mucho, pero será el precio de la desidia. ¡Qué pena!

Por otro lado ya vemos, según los recortes de prensa, que el gobierno  establecerá, no solo cambios en el programa de exámenes para naturalización, mejor conocido como de ciudadanía, sino que también vendrán con aumentos del 80% y esto deberá llegar antes que la Navidad se nos acerque demasiado. Como vemos el mercado se empieza a mover en diferentes formas que afectarán a los no preparados, que seguramente hoy gozan de capital disponible para cumplir nuevos compromisos.

Bueno no todo es plata. Hispanics in Action, Inc. ha estado cooperando no solo en el aprendizaje integral del inglés, gratis, por más de quince años, si no con la preparación de los candidatos a ciudadanía, también completamente gratis. Esto no cambiará mientras contemos con el respaldo de los estudiantes. Sin estudiantes, los cursos tendrán que cerrarse

De ahí la trascendencia de cursos como francés, italiano y español para adultos y para niños, este último con duración de 4 meses en el Savannas Preserve State Park en Port St. Lucie. Debo incluir el correspondiente a la preparación para el examen de ciudadanía con nuestra asesora Ana Boscan Shaw. ¡Wow!

Tanto va el “jarrón al agua que al final se quiebra”, dice el dicho. Cuatro cursos de inglés están próximo a ser cerrados por falta de estudiantes. Uno de ellos, en la St. Lucie Catholic Church. En la semana pasada tuvimos cuatro alumnos, número record, pero  hoy solo arribo una estudiante. ¿Qué tal?

Nuestro estimado profesor, consciente de su obligación de cumplir su compromiso, dedicó sus 90 minutos de clase a su única alumna, Henedina. Debo decir que ha sido una de las clases más trascendentales de mi carrera de más de 18 años en estas lides.

La razón, la estudiante se le dificultaba llegar a comprender el porqué  de los auxiliares en el presente, por un lado y luego como habría que cambiar los pronombres personales en español por otros en inglés. Pues después de 60 minutos de clase esta alumna llegó a comprender el porqué de cada uno de los conceptos que se enseñaban.

Esta fue una de las partes más interesante de la clase, pero mucho más lo fue cuando ella me conto de su dificultad para dirigirse a los empleados del banco donde tenía su tarjeta de crédito para que ellos le prestaran atención para saber su saldo y luego hacer un pago.

Primero saluda a la empleada a cargo de las tarjetas de crédito con una muy positiva sonrisa Good morning…y luego pide que le permitieran hablar con alguien en español. Que tal: ¡Spanish, please, Spanish, please! De seguro la funcionaria le buscaría apoyo para que ella se pudiera comunicar.  

Que tal: mostrando la tarjeta decir: “Balance, please!” Y después de saberlo, agradecer pago que ella haría para bajar el saldo. Que tal: “Please credit $100 to my credit card”.

Pero cuál no sería mi sorpresa cuando mí estimada estudiante, complacida de saber que decir y cómo hacerlo me dice: “Teacher, por primera vez en mi vida he gozado de mi primera clase de inglés privada, solamente para mi durante 90 minutos”.

Bueno no solo de pan vive el hombre, sino también de aquellos que hacen el máximo esfuerzo para superar sus conocimientos y satisfacer la necesidad de comunicarse con el personal de un banco, e inclusive de cómo llenar una hoja de vida en inglés. ¡Wow!  No en balde se perdió el tiempo, en absoluto, aprendí una lección. “Estoy para servir no para que me sirvan”.

Dios les bendiga y tengan un muy feliz día.

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