OPINION, 14 noviembre 2019
Existen muchísimas cosas que
no conocemos de la cultura americana, no solo de ella, de muchos países donde
temporalmente vivimos y no tuvimos oportunidad de enterarnos. De paso es
posible que no hubiera habido necesidad. Pero en el caso específico de este país,
sin duda alguna debemos conocerlas, para así aprender de ellas y disminuir el
efecto negativo de otras.
Solo hablaré de la Segunda
Opinión hablando de dictámenes médicos, en especial. Por tradición en nuestros
países latinoamericanos, contamos con lo que se llamó el médico de la familia
que hace muchísimos años nos visitaban en casa o en su consultorio no lejos de
nuestros hogares.
Acá, y en función del tipo de
seguro de salud uno puede o no tener su “médico primario” y luego el médico
especialista, etc. Lo que ellos digan es algo que se debe seguir. Seguramente y
frente a la duda de que su conclusión, sobre nuestra salud, no sea la óptima,
en muchos casos no recurrimos a la segunda opinión. No es que desconfiemos de
la capacidad del médico, no, es que cada profesional puede ofrecer un diferente
y más eficiente procedimiento.
Es posible que no siempre este
procedimiento funcione. En mi caso si ha funcionado. Precisamente recuerdo, al
tener conocimiento que nuestra estudiante de español tenia falencias cardiacas
críticas, se le comentó consultar con especialistas en centros médicos en Nueva
York. Asi lo hizo pero lamentablemente allí falleció.
Aun así, el punto a considerar
es el de la segunda opinión y de cómo hacerlo, basados en nuestros puntos de
vista o conocimientos médicos. Ya en el pasado se me presentaron las dudas
sobre la disponibilidad de tratamiento médico adecuado, fuera del país, con
notables avances positivos.
Por ejemplo, frente a un
procedimiento que requería cirugía, en un consultorio, con terminación del
procedimiento con el médico especialista en cirugía plástica, en otro
consultorio, en las horas de la tarde. Inicialmente lo acepté. ¿Pero con quien consultar
tal viabilidad? ¡Con Youtube! Allí encontré videos de los procedimientos
quirúrgicos por los cuales pasaría, notando como se desarrollaban en un mismo
centro médico, con el respectivo laboratorio, para ir determinando la
existencia o no del cáncer a extirpar.
Dado que el área expuesta a
tal procedimiento, era en la nariz, máximo cuidado se debería dar, para no
exceder la incisión inicial y posteriormente el trabajo del cirujano plástico
para cerrarla sin dejar rastro de ella. Ya con anterioridad había tenido
experiencias muy positivas al no seguir el procedimiento determinado por el
médico. En este caso, debería seguir el mismo procedimiento, la segunda
opinión.
La clase de seguro médico y su
cobertura me permitía buscar el profesional médico especialista en el tipo de
cirugía, con el equipo de laboratorio a su disposición. Que mejor, donde ya
había tenido una exitosa cirugía y además, quien descubriera lo que varios
galenos no dieron, sin darme una solo calmante para controlar mi dolor de
varias décadas. La Clínica Mayo en Jacksonville, FL.
Cita médica en término de días,
primero con el médico general, pero luego y directamente con el médico cirujano
especialista.
¿Conocía yo mi médico? No,
pero si sabía el apellido, Dr. Martínez. Lo conocí en el video, donde
precisamente él realiza la cirugía y explicaba el procedimiento. Algo
importante para desplazarnos a Jacksonville, cuatro horas de viaje, salir a
tiempo, para llegar allí hora y media antes. Tres de la mañana.
Estar en la Clínica Mayo, es
estar en la Clínica Mayo. Me siento en casa, ya sé que debo decir, a quien,
como, donde, etc. Todos los contactos fueron telefónicos. Desde el momento de
arribo me presente en la oficina respectiva, así que unos minutos después ya
estaba en la sala del especialista. Datos habituales con la enfermera. Llega el
doctor, de inmediato un saludo en español, ¡Wow! Colombiano, Bogotano. Continúa
parte en inglés y parte en español.
Me indica procedimiento a
seguir y que hará lo imposible para no afectar la nariz. Entra fotógrafa, tomas
fotos de las áreas en evaluación, luego enfermera regresa y junto con el doctor
inician procedimiento de biopsias. Queda todo listo, próxima semana me
indicarán resultados. Se fija fecha de la cirugía para 28 de enero. Imposible
antes por cirugías ya programadas.
Salimos con mi señora del
consultorio felices, agradeciendo a Dios me haya permitido llegar hasta este
centro de excelencia médica y de atención personalizada, asegurando, así, el
éxito del procedimiento a seguir. Una vez más la Segunda Opinión ha logrado su
objetivo, tratamiento con un
experimentado cirujano especialista en “basal cell carcinoma.”
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