lunes, 18 de noviembre de 2019

“SE HACE CAMINO AL ANDAR”


OPINION, 21 noviembre 2019

Es muy probable que no recordemos una de las poesías de Antonio Machado (España 1875 – 1939) poeta español de profunda espiritualidad. Solo como ejemplo veamos una de ellas:

Caminante son tus huellas el camino, y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar.

Al andar se hace camino, y al volver la vista atrás, se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante, no hay camino, sino estelas en la mar.

Precisamente cuando veo los resultados de la vida que Dios nos dio, veo como la poesía nos trae gratísimas lecciones, con tal simpleza que confirma lo que hace muchísimos años dieron inicio a nuestro andar por allá y por acá, con el éxito o sin él.

Veamos un ejemplo. Ella, toda generosa nos prometió, a su regreso de su querida tierra, semillas de una fruta casi desconocida en nuestro medio. Las semillas no aseguraban el adaptarse en nuestra nueva tierra. Aun así, con fe procedimos a plantarlas. De esto hace unos buenos años, seis u ocho. La semilla pegó y pronto sus fuertes brazos la alegría nos trajo. Todos especulaban sobre el tipo de fruta.

Estas son las cosas de la vida, que uno a veces, para no decir siempre, Dios nos regala sin tener exacto conocimiento de que será. Finalmente llegamos a la conclusión, la exquisita guanábana. Pero que como es, que tamaño, que tiempo de crecimiento, sería afectada por los insectos, crecería como lo hicieron sus mayores, allá en ¿algún lugar de Costa Rica?

Si, así tendría que ser, solo se necesitaba fe, ¡ah! pero también trabajo y sobre todo que contara siempre con la humedad necesaria para no afectar su proceso reproductivo. Pero que tal el subsuelo, que le había dado la bienvenida. Si, muchas personas hablan del suelo arenoso de nuestra tierra. De algo tenía que ser, pero nunca pensamos que este, les llegara a afectar.

Dicho y hecho, esas semillas venían bendecidas. Nunca han “chistado” nada. Siempre han estado ahí, creciendo con su vigor nativo, con la fuerza que de familia venía. No solo fue al principio, no, ha sido siempre y hasta la fecha ninguna ha mostrado cansancio en su diario vivir, por el contrario pareciera que, precisamente, el medio era más que adecuado para su desarrollo.

Mucho tuvo que ver el alimento que se le proporcionaba, Si abono casero conformado por las cortezas de las frutas, en particular banano, naranja, cebolla etc. ¡Oh! Y qué decir del agua pura de la lluvia que sagradamente guardábamos en lo que era un recipiente para sacar la basura y de tinas de plástico que permitían almacenarla. Esta agua
indefectiblemente venía con la riqueza del agua pura, no tratada, simplemente; preciosa agua lluvia que nunca nos ha fallado. 

Sin lugar a dudas, pasaron los meses y algunos años y la primera cosecha no se hizo esperar. Estábamos haciendo camino al andar. Lo importante era que no le faltaran sus cuidados. Pronto aparecieron sus “amarillas botones” y de ahí el principio de una fruta.

Las 15 primeras plantas se han convertido en otras 10 más, procedentes de las semillas de las primeras. Unas han crecido más que otras, Una de ellas, que ha sido nuestra sorpresa, de haber demorado su crecimiento, nos ha expresado su alegría con 10 guanábanas. Esto es para nosotros algo de especial atención y cuidado.

Si, las ardillas se la pasan merodeando continuamente a la espera que la que esté madura les sirva de alimento. Más de una sorpresa nos ha  dado, cuando finalmente determinamos que tiene la madurez necesaria, la tomamos antes de que ellas las aprovechen. En algunos casos se han caído de la planta y descansan en el suelo.

Si nos hubiéramos detenido a analizar las características de nuestro suelo y la viabilidad de que tales semillas no aclimatadas darían resultado, no hubiéramos hecho nada. Los costos de análisis de tierras, tipo de semilla, procedencia, etc. no nos lo hubieran permitido.

Solo bastó nuestra fe de que esta era su tierra y nosotros los felices nuevos dueños de sus frutos. En otras palabras se hizo camino al andar. Sí, todo lo que les he referido es fiel reflejo de que hemos creado el camino que nos da sus frutos. Bueno, igual nos puede pasar o nos pasó en la vida, estamos donde estamos porque Dios así lo dispuso, pero también que nuestra fe que nos permitió, lograr entre otros, el éxito esperado.

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