OPINION, 7 noviembre 2019
Recuerdan ustedes aquel viejo
adagio. Obvio, acá no lo necesitamos. No por que deje de existir, no, porque
vivimos otra forma de vida, bueno eso creemos. Cada uno de nosotros vive una
vida que puede ser la que soñaba o simplemente la que le toco, pero no chista
nada por tener a ser cuestionado y prefiere el silencio.
Tal silencio no es lo ideal.
No obstante para muchos es una forma de vida, fruncir el ceño y hacer el que no
entiende lo que está pasando cree que soluciona el problema. Claro es una
respuesta para salir del paso, pero no de la realidad que tiene que enfrentar.
Veamos la salud. En el pasado muchos de nuestros niños murieron por diferentes
razones, muchas de ellas por la carencia de atención médica o desconocimiento
de las enfermedades y su letalidad.
Hoy, también sucede, solo que
no nos enteramos por no trabajar en un hospital o en sitios donde se hace más
visible la escasez de recursos y obviamente de conocimientos. Muchos de
nosotros pudimos haber indagado sobre aspectos de salud, por ejemplo, no solo
con nuestros más cercanos sino con otros en otros ámbitos. Hoy en día no hay
disculpa, pero si mucha gente que ante lo que llamamos adversidad no toman las
acciones correspondientes.
Con mi mentalidad de hará unos
40 años hubiera ido al hospital más cercano para que me examinaran. De allí
hubiera resultado una cirugía en el hospital para controlar un cáncer. Mas no
fue así, había que ir al especialista. ¿Al especialista? Todo nació por un
dolor fuerte en mi cintura. Un amigo médico me dijo que te tomen una
radiografía en esa área.
Al verla me dijo se nota algo
raro, creo que lo mejor es que visites al especialista. No solo al
especialista, al mejor centro clínico. Biopsia fue la razón y nos vemos en
quince días. Días después el facultativo diagnóstico, cáncer. Le consulte sobre
viabilidad de una segunda opinión y cirugía. El dijo: “está en USA” y me dio dirección
y teléfono. Gracias a la organización con quien trabajaba, se realizaron los
contactos necesarios y en el Johns Hopkins Hospital en Baltimore el profesor
universitario, cirujano y escritor de textos médicos Patric Walsh realizó la
cirugía.
A donde quiero llegar, a veces
y de acuerdo con la cultura que hayamos tenido en nuestro medio, casi siempre
vamos a lo llamado lo más práctico, el hospital más cercano, para ir a
visitarlo y luego para poder ir a chequeos.
Anoche, en las películas que
exhibe Neflix vimos “Diagnosis.” Unsolved medical mysteries, global wisdom,
new hope, when the whole world’s reading, the right diagnosis can come from anyone
and anywhere.
A
Yale University and a longtime New York Times writer Dr. Lisa Sanders served as
consultant for the TV series “House”
The New York Times en
colaboración con la Dra. Lisa Sanders crearon un programa donde “Unsolved medical mysteries”, casos médicos
misteriosos sin solución, por lo menos acá, se hacían de conocimiento mundial,
creando así un nuevo universo de conocimiento en diferentes países y personas.
Uno de los casos fue el de una niña que sufría de “Seizure”
Nos llamó la atención, en
especial el caso de una niña que sufría de “Seizure”, una forma de epilepsia.
La madre norteamericana y el padre hispano hacían todo lo posible para que su
hija pudiera vivir una vida normal. Se creó una especie de red de información
internacional donde padres de jóvenes con la misma sintomatología o
profesionales investigadores intercambiaban opiniones. Pasa algún tiempo hasta
que tuvieron conocimiento que una investigadora en Italia había logrado algunos
avances.
Como fuera, la niña junto con
sus padres, viajaron a Italia para que allí se evaluara su estado y la joven investigadora
ampliara sus análisis. La comunicación se hizo siempre en inglés, idioma que
dominaba la señora, pero no así su esposo que solo dominaba español.
Después de mucho intercambio
de información, la noticia del año, los médicos y la investigara habían
descubierto el problema. Dentro del proceso que los alimentos realizan dentro
del organismo de la niña algunos la estaban afectando, había que cambiarle su
alimentación, ¡eso era todo!
Imposible, verdad. Bueno hoy
en día no solo la medicina, los científicos y lo que es mejor ese amor de los
padres por sus hijos hace que existen “milagros” propios de la comunicación, intercambio
de conocimientos no solo acá, sino alrededor del universo y por otro lado
nosotros en busca de nuevas opciones para lograr la salud, en este caso de los
niños.
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