OPINION, 31 octubre 2019
Sin lugar a dudas las cosas
están cambiando muy rápidamente y nosotros hacemos lo posible por no quedarnos atrás,
pero es difícil. Un solo ejemplo nos dará claridad sobre el asunto. Hasta no
hace mucho llegábamos a cualquier dirección con base en pistas, si con señas
sobre cómo llegar. Tome por la US1, doble a la izquierda al llegar a Prima
Vista Blvd., y siga por unas 5 millas y
a la altura de la bomba de gasolina, una cuadra después queda The First United
Methodist Church, salón No.2. Las gentes llegaban, pero no siempre.
Hoy contamos con el GPS y casi
todos decimos con su dirección yo llego. Será esto así de fácil, ¿siempre? Tengo
que ponerlo en duda. Dicen que el GPS, algunas veces, nos envía por vías que no
necesariamente son las más directas o las con menos tránsito, pero hay que
reconocerlo llegamos al lugar previsto.
Con tal confianza, es mejor
contar con las pistas y nuestro GPS. No tan rápido, que pasa en los conjuntos
residenciales como el que tenemos en Sunrise Lakes y Pine Island, con tres
diferentes fases de construcción, con
decenas de edificios de 2 y 3 pisos y a su vez cada bloque con 30 o 45
apartamentos.
Una vez obtuvimos la
dirección, de quien deseábamos visitar, la colocamos en el GPS. Tiempo de
llegada 1.40 minutos. El GPS cumplió su cometido y nos dejó en frente de uno de
los edificios que coincidía con la dirección, pero obviamente no con el número
del respectivo apartamento.
Allí, casi que todos hablan
español, aun así primera persona en consultar como llegar a nuestro destino,
una señora, morena que de inmediato saco su celular para tratar de ver donde
estaba ubicado el apartamento. Que si, que no, pero que al final debía estar en
el área. Mil gracias. Pasamos al siguiente bloque con la esperanza de que
pronto lo hallaríamos. No fue así. Todos muy gentiles y con el mejor deseo de
ayudarnos. En este trajín nos tomó más de dos horas.
En el intertanto en
comunicación a través de celular con familiar que trataba de orientarnos, pero
sin saber dónde estábamos perdidos era más que imposible, ayudarnos. Aun así
recomendó entrar a Google Maps con el fin de que allí nos ubicáramos en función
del lugar donde estábamos y la dirección del apartamento.
Tuve que reconocer que mi
falta de adiestramiento en el manejo del celular se me dificultaba, para no
decir, era incapaz en ese momento de utilizar tan interesante medio de ubicación.
A su vez continuamos para arriba y para bajo sin opciones de que llegaríamos.
Nos indicaron que posiblemente la dirección estaba equivocada. No todo estaba bien.
Durante tal tiempo nos
mantuvimos en comunicación con dos familiares que a pesar de sus buenos deseos
fue imposible hasta que a una de ellas, en Texas, pero con conocimiento del área
tuvo la idea de que una amiga nos ubicaría y luego nos llevaría a nuestro
destino.
Ella nos llama para ubicarnos.
Al decirle en que sección nos encontrábamos nos pidió que regresáramos a la intercesión
de Pine Island and Sunrise Lakes. Wow, ella nos abrió la esperanza.
En Pine Island doblen a su
izquierda. Al mismo tiempo que conducía con una mano con la otra mantenía el
celular contra mi oído izquierdo. Sigan hasta llegar a Sunset. En lugar de Sunset
encontramos Okland Road. Así le informamos, ella dudo, que raro. ¿Seguimos al
siguiente semáforo? bueno siga. Así lo hice pero allí estaba la 44 road. No, no
puede ser, estamos igual de perdidos, con la suerte de que ella nos estaba acompañando.
Regresamos a Pine Island y
Sunrise Lakes para ubicarnos y ella saber exactamente qué hacer. Así lo
hicimos. Nuestra familiar en Texas le pide a nuestra ángel que es mejor que
ella vaya directamente a tal dirección.
Ya allí, esperamos otros
quince o veinte minutos cuando ella apareció “la batalla estaba ganada”. Muy
linda, saludo de personas como si nos hubiéramos conocido en el siglo
pasado. De inmediato nos dijo que la
siguiéramos, claro, más felices que nunca.
Ella dobló a la izquierda y en
la mitad de la cuadra se devolvió en “U” y entró a una calle que quedaba a las
espaldas de donde nosotros habíamos estado perdidos. Y dijo como seguramente lo
hizo Cristóbal Colón antes de tocar tierra…!T I E R R A! Si allí estaba la
dirección que tan arduamente estuvimos buscando. Besos y abrazos de
agradecimiento.
Al día siguiente, con toda la
confianza en nuestro GPS, le pregunté a nuestra salvadora si a la derecha o
izquierda para regreso a casa. Ella nos dijo “a la derecha”, a la derecha hasta
encontrar la I-95. Mil y mil. Así lo íbamos a hacer cuando GPS pide que doblemos
a la derecha. ¿Qué hacer? El GPS ganó…, pero él iba por la…Turnpike en lugar de
la I-95. Sigan adelante y allí la encontrarán. ¡Y así fue!
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