OPINION, 3 octubre 2019
¿Será que solo de ilusiones
vivimos? Si, de aquello que también llamamos sueños. O lo que pensábamos
realizar y todo se quedó en proyectos. No es nada nuevo. Pero recordemos que no
hace muchos años nos prometimos llegar a este país y realizar muchos acciones
que efectivamente nos iban a dar un cambio en nuestro futuro y obviamente en
nuestras vidas.
Pareciera que algunos lo
lograron gracias a su consagración, dedicación, orientación hacia logros un
tanto difíciles de alcanzar, pero no imposibles de lograr. ¿Será que aquello
que en nuestros países deseábamos desarrollar tampoco lo logramos acá? O que el
cambio que acá logramos tuvo una variación de valores. ¿Cómo así? Acaso es que
aquí las cosas tienen diferentes nombres para lo mismo. NO, lo que si es cierto
es que estamos expuestos precisamente a una cultura con valores diferentes, que
no siempre conocemos.
Para solo mencionar un ejemplo
el ‘impeachment inquire’ algo completamente nuevo para nosotros.
Otro ejemplo. Para mi forma de
vivir yo trabajaba de lunes a viernes las 8 o 10 horas de rigor, pero sábado y
domingo generalmente, salvo excepción, se dedicaba al descanso o a actividades
sociales o caseras. Pero acá no, por lo menos es que lo que a nosotros nos ha
pasado, tenemos actividades los sábados en la mañana dando clases de inglés o
español, con actividades religiosas en las tardes y que decir cuando también se
presentan los domingos, sin poder decir que no.
¿Y qué pasa con el
reconocimiento por la labor realizada? Generalmente toma muchos años tanto en
el trabajo como en actividades sociales. Aun así, existen algunas muy propias
de nosotros, de nuestra creación, que muy seguramente tomará mucho tiempo para
ser tomadas en cuenta.
Normalmente estamos esperando
que nos llamen, en lugar de crear algo nuevo, novedoso, que tenga salida, mejor
dicho que lo acepte el mercado. He aquí el mérito.
Algo que me ha sorprendido es
la velocidad y organización con que los trabajadores hispanos participan en la
construcción de casas. En estos días, dentro del proceso de construcción he
visto como tales trabajadores, con inglés o sin inglés, pero si cumpliendo muy
variados trabajos, con alto grado de eficiencia y efectividad. Consulté a un
grupo de ellos donde se habían preparado para cumplir las diversas funciones
del proceso de construcción. Su respuesta, observando como su compañero de
trabajo las realizaba.
¡Wow! Yo creía que deberían
haber cursado en determinadas instituciones su formación, que de seguro existe,
pero no tuve la oportunidad de corroborarlo. Sea como sea están trabajando con
excelente calidad y en especial con grupos seleccionados por ellos mismos,
cumpliendo en forma excepcional las regulaciones que la institución respectiva
de la administración pública, exige.
Nos dan una lección, no hay
duda. Ahora pensemos en lo que nosotros no como trabajadores con reconocimiento
económico, pero si como voluntarios en las diferentes áreas sociales hemos
cooperado en diferentes campos en el desarrollo de la comunidad. Nuestra labor
es silenciosa, pero bien tenida en cuenta por sus beneficiarios.
Precisamente los voluntarios
participamos activamente en el desarrollo de la comunidad sin tomar en cuenta si es de lunes a viernes
o fines de semana. No, este grupo de quijotes, colaboran en los campos que sean
requeridos dejando siempre la huella de su generosidad, dedicación y entrega.
Los voluntarios y las
voluntarias recibimos la satisfacción de la labor cumplida con agradecimiento
por la labor realizada. Generalmente de acuerdo con las normas de las
instituciones o las personas favorecidas.
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