domingo, 4 de agosto de 2019

GOCEMOS DE LO QUE TENEMOS VEAMOS: ESTE EJEMPLO


OPINION, 15 agosto 2019
  
Como hacer de su patio un lugar de descanso, esparcimiento, decoración, donde gocemos el gratísimo sol de verano con las sombra de frutales, sin mencionar deliciosos jugos que precisamente nos depara lo que a tiempo hemos sembrados y hoy nos da tan grata recompensa.

¿Será posible que todo eso se pueda lograr bajo nuestro propio techo? Con el tipo de optimismo que nos caracteriza, obviamente que no. Nunca hay plata, todo cuesta mucho. Pareciera que todas las distracciones están en otras ciudades. Bueno eso tiene que cambiar. Ya bastante nos hemos ‘sacrificado’ en nuestros últimos ’50’, ‘60’ o ‘70’ años y de aquello nada. Bueno ya es suficiente para que cambiemos.

Generalmente estamos esperando que lo que deseamos nos llegue del cielo sin hacer el mérito necesario para que eso suceda. Así que con tal forma de ver el universo todo  fracasará al primer intento. Claro que si nos lanzamos a la conquista del espacio, todo cambiará. Obvio, requiere trabajo, dedicación y sobre todo mucho empeño en lograr lo que uno desea. No empecemos a ver las dificultades, no, eso no nos va a ayudar. Empecemos por quitar la maleza, para poder ver lo que tenemos por hacer de ello lo mejor, para nuestra distracción y beneplácito.

¿Será que todo esto es demasiado pedir, que tomará muchos años lograrlo? Seguramente que sí. Esto no puede ser algo de soplar y hacer botellas, pero que se puede, se puede, no hay duda. Pero como, bueno ahí está el secreto. Debemos empezar cuando estamos con esos deseos de hacer algo que sea nuestro, que no requiera contar con exceso de presupuesto, pero sí de energía que nos permita realizar lo que deseamos tener para distraernos.

En nuestro caso personal todo nació con la feliz coincidencia que al retirar unos grandes árboles en un patio vecino,  el área de ingreso a nuestro patio, se iluminó. Ahora ya las plantas recibirán los rayos solares casi todo el día, el atardecer se nota el cambio. Bueno eso me impulso para quitar la maleza a lo largo de la cerca en unos 10 metros de longitud.

Están construyendo una casa en el espacio que colinda con nuestra casa. La máquina que limpio el lote, afectó un poco la cerca, que a pesar de pedir arreglo no lo hicieron. Eso no podía quedar así, por lo tanto compramos los listones necesarios y reparamos los daños. Esto dio pie para ver la belleza que teníamos frente a nosotros.

Al mismo tiempo, nació la idea de pintar la cerca opuesta en nuestro patio, en lugar de cambiarla, creando “un nuevo polo de desarrollo”. Este arreglo hizo que naciera la idea de aprovechar el espacio cercano a las ocho plantas de Moringa que forma un oasis por la esbeltez de su tallo y copa similar a un pino. Allí le pondríamos una base de madera a la mesa de comedor . ¡Wow! Esto estaba cogiendo  cuerpo.

Ah! La familia nos visitaría por unos días. Maravilloso, había que agilizar la construcción de la base, pintarla y colocándola en el centro del patio. Listo y hecho.

Las tablas de ‘plywood’, para protección en caso de huracán, se cambiaron de posición, de estar recostadas a un gran mango casi a la entrada por la puerta del patio, la pasamos al fondo del patio. Problema resuelto.

Para hacer el arreglo de la cerca hizo falta tornillos para asegurar algunas tablas, razón por la cual compré una caja de 230 tornillos, costo unos $11 dólares. Ya había pasado por ReStore, una cuadra al norte de Walmart chequeando si allí tuvieran disponible, pero nada. No obstante el día anterior de la llegada de la visita regresé con tal fortuna que ofrecían 250 tornillos, mismo tamaño y calidad por la módica suma de US$1, si un dólar. 

De la pintura para la cerca reparada me sobraba un galón ya que inadvertidamente me había equivocado y utilicé un galón de pintura para exteriores. Ese error me permitió disponer de un galón de pintura para pintar las tablas de ‘plywood’, quedando ello listos para pintar e instalar.

Bueno, en la mañana que la visita llegara coloqué los travesaños de base e inmediatamente daba la primera mano de pintura a los triplex. Una vez seca, les coloque otra e inmediatamente procedí a colocarlas sobre los travesaños quedando muy lindo, obviamente después de colocar la respectiva mesa y asientos.

Era la una de la tarde, llegaron los visitantes y sin más ni más los invitamos a visitar nuestra espaciosa área de recreo. La bella madre había preparado un jugo de guanábana de la producción de la huerta y con la satisfacción que Dios nos había permitido, gozamos tanto el momento como la cámara que de inmediato dejo fijo en nuestras mentes aquello que daba la sensación de un lugar paradisiaco en este precioso Port St. Lucie, ¡nuestro hogar!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.