sábado, 1 de diciembre de 2018

CIATICAS O NO CIATICA PERO CONTROLADA


OPINION, 6 diciembre 2018
  
Hay cosas que uno no puede creer. Como es posible que hayan pasado tantas cosas a través del tiempo y uno se encuentre en este país, solo para dar un ejemplo simple pero contundente. Así pasan muchas cosas que en un momento dado fueron trascedentes  para luego, años más tarde, uno se asombre como es que uno las ha superado. Si agradezcamos a Dios que aquí estamos.

Precisamente ha pasado mas de medio siglo, para uno aterrarse, cuando del pasado uno habla, haciendo reminiscencia de lo que pasó aquel ayer. Tratando de jugar basquetbol, lancé la bola para encestar cuando sentí algo, similar al que hoy llaman ciática, que me dejo “fuera de combate”, no me podía mover. Como pude llegué a casa. Ya allí mi madre pensaba que seguramente habría sufrido un desgarramiento muscular y que pronto me pasaría.

Pasaron muchas décadas y yo siempre con mi dolor. Llegó un momento que ese dolor era parte de mi vida diaria. Claro que compresas a base de calor y aun recientemente los parches de Salonpas-Hot me permitían parcialmente paliar el dolor.  Recuerdo una consulta médica donde el facultativo recomendó acupuntura. Para mi aquello era completamente griego. En aquel tiempo uno iba a la botica del barrio y el farmaceuta de turno le recomendada  algún calma dolor. El Mejoral era el más socorrido.

La acupuntura no fue la solución alguna. Yo continúe con mi problema. Problema al cual ya me había acostumbrado. Al llegar acá tal dolor se intensificó a tal grado que finalmente al realizar nuestra caminata matutina tenía que acurrucarme unos segundos, tres o cuatro veces en la distancia de una cuadra.

Me recomendaron la acupuntura. ¡Maravilloso! Fue la mejor recomendación y el mejor tratamiento bien realizado por el profesional a cargo. Bueno, pero esto fue bueno por unos 10 años, pero luego por exceso de trabajos material se hizo patente nuevamente mi dolor de costumbre. ¿Qué hacer? Quien yo creía que había sido el profesional a cargo ya no practicaba en su oficina. Así que me toco empezar a buscar una alternativa. Un Community Acupunture Center en Stuart y otro centro también en la misma ciudad.

Gracias a la recomendación de mi médico primario, junto con mi hija menor y mi señora tomamos la decisión de que la mejor opción era la Mayo Clinic en Janksonville. Cualquiera diría y porqué tan lejos, si aquí contamos con centros y especialistas que de inmediato lo hubieran atendido. Y tenían razón de acuerdo con sus experiencias. Pero en mi caso personal no.  

De acuerdo con las placas radiográficas tomadas de la parte “Lumbar Spine” se determinó que existía una escoliosis con cambios degenerativos asociados, pero ningún defecto o daño con relación directa con la fuente de mi dolor. El doctor consideró que no había daño que implicara cirugía, pero que sí tendría que someterme a tratamiento, sorpréndase usted, de fisioterapia, repito fisioterapia. ¿Será que me equivoqué de médico, de especialista? No, en absoluto.

Entré en contacto con dos oficinas, donde no me convencieron, ya fuera por la forma de pago o porqué desde el primer momento la consulta para equiparar lo que el medico pedir hacer y lo que ellos creían que debían hacer, debía ser igual (?). Costo consulta solo $185. Recordé que yo conocía un profesional, Jim Smail, MSPT del Martin Health System. Después de 10 sesiones de fisioterapia con duración de media hora cada uno, parecía imposible que tales terapias hubieran controlado mi dolor, a Dios gracias.

Han pasado tres meses y santo remedio. No dolor y lo que es más importante no he descontinuado mis trabajos de mantenimiento de nuestras plantas, corte del prado, etc. Parece imposible, pero es realidad. Será que desde el principio los facultativos que alguna vez me trataron o no vieron o pensaron que era lo normal, calmar dolores y punto. Sea como sea nunca pensé que mi problema era de concentración de músculos y nervios.

Podría uno atreverse a decir que los otros facultativos o no tuvieron conocimientos sobre el particular o no estaban al tanto de que también la fisioterapia podía hacer en forma tan acertada. A mi estimado Dr. Thomas D. Rizzo  y su personal de apoyo en la Clínica Mayo en Jacksonville, FL.y a Jim Smail y Tara del Rehabilitation Services del Martin Memorial System,  gracias por haberme diagnosticado y recobrado mi salud, Dios les bendiga.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.