domingo, 28 de octubre de 2018

HOY O NUNCA ES CUESTION DE DECISION


OPINION,  1 noviembre 2018

No hay duda que el mañana se debió programar el ayer. Pero como podemos pensar que será el mañana, ¿si recién estoy viviendo el día de hoy? Muy cierto, pero dentro de este día de hoy debe caber un presupuesto de lo que deseamos hacer, tener, poseer mañana.

No hay duda, inclusive ese hoy debio haberse programado con muchísima antelación. A veces creemos que tal presunción es demasiado pedir, pero no. Si ayer fue algo que obviamente fue difícil prever, más difícil lo será el hoy cuando el futuro se muestra incierto. Incierto ¿para quién? Para quien no haya hecho los planes necesarios cuando tocaba.

Pero como saber que a uno le tocaba. Pareciera difícil, pero no lo es. Lo único difícil es pensar en el número de años que desea vivir. Que tal unos 80. Hoy en día no es difícil llegar a esa edad. No significa que con tal edad alcancemos precisamente lo que años ha, se debió programar.

Uno se puede preguntar, pero como fue que no me di cuenta que iba a vivir tantos años y que las vueltas de la vida me traerían a donde hoy me encuentro. Es cierto, casi nunca, inclusive ni la comida del día se sabe cuál será, menos cuando no contamos con los recursos necesarios. Aun así debió existir un día antes, donde con tiempo y de acuerdo con las circunstancias podíamos definir lo que se haría al día siguiente.

Obvio, en nuestros tiempos era casi imposible pensar en lo que sería el futuro, si uno aun no habíamos vivido el presente de aquella época. Aun así tenemos que recordar que nuestros padres y abuelos en forma figurada o directa utilizaban muchísimos verbos en futuro: “Economizarás para el mañana”, “Vivirás en un mejor lugar”, “Irás a la universidad cuando el momento llegue”, “Cuidarás de tus hijos cuando ellos lleguen”, “Programarás tus últimos días”, cuando…, ¿verdad?

Pero es que en aquel tiempo difícilmente se vivía el presente. El problema del tiempo lo manejamos de acuerdo con nuestras expectativas de vida. Hoy en día nos toca no solo manejar  nuestro mañana sino, además, el futuro de quienes nos han acompañado y son los que seguirán adelante con la antorcha de la vida. Esto lo debemos hacer y no lo podemos dejar de lado, nuestras generaciones así nos recordarán, y no será para bien, si no lo cumplimos.

Para esa época muchos la empezamos a tiempo, otros la dejaron pendiente para cuando llegaran los buenos tiempos y otros todavía lo siguen pensando si será necesario, al fin y al cabo el problema ‘no será mío’, será de aquellos que me acompañaron. De acuerdo, pero no sería justo que consagrados a nosotros, no a la deriva quedaran. Si así ellos lo hicieron, como no lo hice yo, se podría decir uno, de acuerdo con su grado de responsabilidad.

De pronto podemos aducir que se presentaron etapas donde incierto el futuro, más difícil se nos presentaría esta época. Pero también tenemos que pensar que fue gracias a ese momento que tuvimos, que nuevas oportunidades se presentaron y no las dejamos ir, aun cuando significaba un nuevo destino, lejos de los nuestros, de nuestra querida tierra, de todo aquello que marco o que allí se tenía.

Precisamente gracias a tal momento pudimos tomar un segundo impulso para iniciar de nuevo, con ellos o sin ellos. Podemos decir que tendríamos que empezar de nuevo, si claro, de ahí que tal momento se debía aprovechar.

Pero como íbamos a saber que esta nueva oportunidad nos daría una nueva opción para seguir adelante. “Veníamos marcados” si así se puede decir. Cada uno de nosotros viene con su propio futuro asegurado, bueno o malo, mejor dicho, la dinámica de vida determinaba para donde iríamos y a donde llegaríamos. Si, abriríamos nuevos campos, nuevas opciones se presentarían y ellas mismas nosotros las superaríamos. El futuro estaba hecho. Tantos años de vida marcaban precisamente los de realización personal.

Veamos esta época con ojos de novedad, de satisfacción, de logro. No olvidemos estamos mejor preparados, y no solo preparados, también con mayor experiencia, si, experiencia del ayer que de pronto no nos serviría en donde nos encontremos, pero al fin y al cabo experiencia. En nosotros estará hacerla valer. Aún es tiempo, manos a la obra. Como dijo aquel pensador “Ni un paso atrás, ni para tomar impulso”.


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