EL NOMBRE DEL JUEGO ES LIDERAZGO

OPINION, 25 octubre 2018

¡Wow! ¿Así que el nombre del juego es liderar? ¿Será demasiado exagerado decir que sí?, no, es lo correcto, caso contrario para que hemos avanzado tanto en programación, planeación, etc. si nuestro objetivo es lograr algo en el tiempo y en el espacio. Esto precisamente es lo que hoy más que nunca debemos conta, con cerebros, para lograrlo. Es así cómo se ha logrado el éxito esperado. Caso contrario estaríamos expuestos al fracaso.  

Recuerdan ustedes a Steve Jobs, el precursor de Apple. Que no sólo fue el creador sino también el  CEO de tal compañía. Además que fuera despedido y nuevamente contratado ya que era el hombre de las ideas y los logros, y que a su vez era el ejecutivo que sacaría adelante los proyectos que él se proponía. Inclusive, solo él entendía lo que él quería. El personal bajo su mando no siempre comprendía para donde iba él, pero él, sí.

Es importante notar que a la edad de 21 años, junto con Steve Wosniak iniciaron, la que hoy es una de las más famosas compañías, Apple Computer, en el garaje de la casa de su familia. Tomemos en cuenta que hoy en día muchísimos milenials asi iniciaron sus exitosas carreras, inclusive sin terminar estudios universitarios.

Veamos ahora algunas de las máximas de Steve Jobs que nos pueden ayudar a comprender el porqué de su personalidad:

“I want to put a ding in the universe”,

“Design is not what it looks like and feel like. Design is how it works”.

“We hire people who want to make the best things in the world”.

Colocar algo en el universo, es porque su capacidad daba para tanto.

El diseño no es lo que parece y se siente. Diseño es como esto funciona. Lo fundamental era que funcionara, cumpliendo el cometido para el cual se había trabajado.  

Que tal lo de la contratación. Obvio se contrata gente que desee hacer las mejores cosas en el mundo.

Todo eso lo hizo a Jobs, un ejecutivo para siempre recordar.

En este orden de ideas ahora veamos qué pasa con Elon Musk, otro líder de la creatividad y la eficiencia y obviamente el liderazgo, para quien un no, no existe. Es tanto su fervor para lograr lo planeado que si el personal de alto nivel se siente impotente de realizarlo, Elon, sin pensarlo dos veces, los despide y asume de inmediato la función hasta lograr el éxito programado.

Usted, seguramente, tuvo conocimiento de los problemas de producción que tuvo recientemente con su robotizada fábrica de vehículos eléctricos, 83.500 carros producidos en 90 días, que personalmente estuvo al frente de la producción, dejando horas de sueño a un lado fin lograr su objetivo.  

Qué tal, frente a los nuevos impuestos chinos del 40% en vehículos importados, él ha agilizado la terminación de su fábrica en Shangai. Uno de sus planes con una nave SpaceX volar alrededor de la tierra en 30 minutos, o con el multimillonario japonés viaje espacial alrededor de la luna en un par de años. Y para no exagerar dice él “Vivir en Marte es la parte más fácil”. No olvidemos que el proveedor de transporte con la Estación Espacial son sus naves, que llevan toneladas de carga y regresan por más.

Nos podemos preguntar: y a mí que me va o que me viene, mejor dicho ese es su problema. Y tiene toda la razón, por eso es que nosotros, cada uno de nosotros está donde está. Si estamos en el sitio que creemos nos corresponde, felicitaciones. Usted interpreta muy acertadamente las características de los líderes que hacen realidad. Pero si es lo opuesto, aún es tiempo para programar lo que se necesita para impulsarnos, mejor para catapultarnos hacia espacios que aún no henos conocido.

Precisamente el fin de este artículo es crear conciencia de lo que debemos hacer para superar nuestras limitaciones. Sopesar los logros alcanzados a la fecha nos dará una buena pauta de que avances hemos logrado, pero de ser negativo, qué debemos realizar para lograr los sueños que desde nuestros países teníamos proyectados.

Es muy probable que por diferentes razones tales sueños quedaron en sueños y apesadumbrados nos henos retirado a nuestra soledad. Y así consolarnos con lo poco que se hizo, no solo para lograr un pequeño avance, pero lo más duro, demostrar a los nuestros que el desafío nos queda grande. No es justo. Aún es tiempo para sacar bríos donde no los haya y con marcha de vencedores empuñar el deseo de superación que aún nos queda para dejar en alto la confianza que otros nos dieron y aún perseveran.

Es cierto que en tierra ajena nos encontramos. Bueno, pues hagámosla nuestra con nuestra fuerza de voluntad y deseos de superación. Nunca es tarde y menos ahora con mayor ahínco para lograrlo.