OPINION, 4 octubre 2018
No hay duda de que día a día
se presentan casos relacionados con la salud que vale la pena analizar.
Generalmente nuestro conocimiento es escaso. Por otro lado no tenemos, en
general, la cultura de preguntarnos sobre cuál podría ser su origen y
alternativas de solución. Hoy en día no hay disculpa para no consultar con
diferentes fuentes del conocimiento, entre otros la familia, los vecinos,
libros sobre salud, https://www.youtube.com/
o Google.
No hace mucho me contaban del
caso de una señora que bajando del andén tropezó y se cayó. La caída fue tan
fuerte que requería cirugía. ¿Dónde ir? fue la primera pregunta. Alguien dijo,
‘nuestro hospital local’. Otra persona dijo ‘tengo entendido que los
deportistas van directamente a un centro hospitalario en Nueva York’ no lejos
del lugar donde ella reside.
La pregunta del millón, ¿el
seguro de salud cubriría los gastos respectivos? Y el médico primario debería aprobarlo,
etc. etc. Lo interesante de la historia es que esta persona entré en contacto
con el citado centro hospitalario y allí la recibieron, realizando el
respectivo proceso quirúrgico. Claro quedo lejos de la familia, un par de horas
en carro. Uno se pregunta dónde radica la importancia en la toma de decisión:
en la cercanía a la casa o el mejor centro médico clínico disponible, según las
circunstancias. Centro médico-clínico indudable, las visitas son secundarias,
salvo razones personales.
Los dolores ocasionales de las
rodillas me hacían presentir algún proceso quirúrgico. Tratamiento muy popular
hoy en día. Obvio sin saber que diría el facultativo yo hacía cábalas.
Finalmente consulté con un especialista quien me recomendó otro especialista.
Consulta concertada. Día de la consulta, espera en el consultorio, finalmente
toma de una radiografía de las rodillas y más espera. Finalmente pase a sala
del facultativo para una nueva espera.
Diagnóstico del especialista:
“La edad, el desgaste del uso en el tiempo”. Eso fue todo. ¿Cómo uno sabe que
podría haber sido una consulta adecuada? Frente a la duda, buscar una segunda
opinión. Dado que ya había programado una visita a la Clínica Mayo en Jacksonville para otro
procedimiento, pedí consulta con el especialista en ortopedia. Se fijó para las
11:30 a.m. para rayos X y 1 p.m. con el especialista.
Junto con mi señora, y después
de cuatro horas de conducción, llegamos al centro clínico como a las 8:20 a.m.
Aun cuando era muy temprano consultamos con el área respectiva si nos podían
adelantar la hora de las radiografías. Muy amablemente para las 9:30. Que
diferencia, me tomaron placas de la parte frontal de las radillas, laterales y
luego en la mesa de rayos X toma de las
rodillas dobladas. Caramba no sabía que mis rodillas fueran tan importantes para
el proceso de observación del especialista, o viceversa yo tan ignorante de
ello.
Ahora teníamos mucho tiempo
para la siguiente consulta. Nuevamente hablamos con la persona a cargo, quien
nos informó que haría lo posible. Que esperáramos. 20 minutos pasaron cuando me
llamaron. Cinco minutos después llegó el doctor. Breve consulta sobre la razón
de la visita. Preguntas generales van y vienen. Camine hacia adelante, regrese,
haga balance en un pie, luego en el otro. Ya sobre la mesa de consulta. Alce la
pierna, le hare presión hacia abajo, usted haga presión hacia arriba. En fin
todo tipo de examen que yo no imaginaba.
Aprendí de la importancia que
juega nuestras rodillas en el manejo de nuestro cuerpo, ya sea para
desplazamiento, permanecer de pie, balances, equilibrio, etc.
Terminada esta parte, el
especialista me enseñó una de las la placas de rayos X, la frontal de las
rodillas, haciéndome notar que la distancia que aún existía entre la parte inferior
y la superior de la rodilla. El doctor dijo: “tú tienes rodillas para largo”.
Palabras que me llenaron de regocijo.
Conclusión: me entregó el
“Final Report” no sin antes comentarme
la importancia de la fisioterapia que yo debería seguir en el lapso de
un mes quedando a su disposición caso de consulta del fisioterapista.
Es
importante tomar en cuenta apartes de su informe: “Please see for a core
exercise program, emphasizing his hip abductors that are weak, as well as
balance and coordination”. Esto quiere decir
que el programa de fisioterapia debe enfatizar los músculos de la cadera que se
encuentran débiles lo mismo que su balance y coordinación. ¡Wow!
Quedé sorprendido. ¿Qué tal si
no busco una segunda opinión? De ahí que debamos cambiar nuestras formas de
acceder a servicios de salud. Primero, ante la duda, “No comer entero”.
Segundo, obtengamos una segunda opinión ante la duda y tercero, consultemos con
varias fuentes de información.
A mí me iba a pasar cuando un
amigo veterano tuvo la necesidad de visitar a uno de sus cirujanos y al
preguntarle cómo le había ido, me comento que
debería regresar a la clínica ya que él no se sentía bien. Segunda
operación. Para el mismo procedimiento preferí
John Hopkins en Baltimore. Lejos pero seguro.
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