domingo, 22 de abril de 2018

QUE TAN PREPARADOS ESTAMOS PARA HACER COMPRAS


OPINION, 26 abril 2018

Es muy probable que para compras caseras de cada semana estemos preparados ya sea pagando más por las tiendas o supermercados que tienen “productos frescos”. Eso es lo que unos dicen para ameritar que pagó de más. Todas las tiendas  “venden fresco” algunas con la ventaja de a bajos precios.

¿Pero que tal cuando de comprar un vehículo o una casa se trata? Partamos de un principio por mas expertos que nos sintamos en algo fallamos, ya sea el precio, el tipo de vehículo, el color, la fecha de entrega, la firma de papeles de compra, seguros, etc. ¿Será que nos tenemos que preocupar por todo ello?, claro y muchísimo más. Es nuestro bolsillo y recursos de nuestro hogar.

Recientemente me comentaban del caso de una familia que deseaban cambiar de carro antes de la fecha de vencimiento de un “leasing”, arrendamiento de carros. Tenían en mente un carro pequeño. Existen demasiados modelos de ese tamaño dentro de las compañías clásicas disponibles en nuestro medio.

Con el fin de adelantar los trámites de entrega del carro “leased” visitaron al vendedor. El vendedor les presentó la opción para compra de uno nuevo. El carro pequeño que se deseaba se convirtió rápidamente en uno con un valor de $24.000. Pero es que ellos no venían a comprar solo para saber que hacer. De inmediato el vendedor llamó a otro de los peritos para que lo orientaran sobre la conveniencia aprovechando la visita.

El comprador se logró deshacer de la estrategia de ataque del vendedor y se fué. Ya en casa empezó su búsqueda de un vehículo pequeño, inclusive en una sucursal de la misma compañía vendedora. Esta le ofreció un carro relativamente pequeño por casi la mitad del que le habían propuesto. Razones de trabajo, le impidieron visitar al distribuidor.  

El vendedor una vez más lo llama para ofrecerle una magnifica opción, agradeciéndole lo visite. El dice que en dos días. Ira junto con su esposa y una vez más se inicia un lleva y trae de ver el carro, llenar el formulario, determinar cantidad a pagar, pero sin concretar, etc.

Pasadas unas cuatro horas de lleve y traiga se llega a una conclusión, no sin antes negociarse la cuota inicial y el período de financiamiento, pero sin mencionar el precio total, solo la facilidad de pagarlo en cómodas cuotas mensuales.

Viene luego funcionario de la sección de finanzas de la compañía para hacer algunas preguntas complementarias. Invitándolos para que en corto tiempo firmen documentos de venta. Van a su oficina y allí durante una media hora firman todos los documentos. PARE. Hay una cantidad por casi un tercio del precio de venta que él no conocía. Consulta y le aclaran que no se preocupe que eso la dará “peace of mind” ¡Ah! bueno, y firman.

El comprador se ‘despierta’ y le consulta a un amigo que pasa con semejante cifra. Le dice si usted no está de acuerdo pide que se lo “delete”, en otras palabras que se lo borren. Sin perder el tiempo va directamente al jefe de finanzas, quien va al encargado de la firma de documentos. Que todo está arreglado. Bueno, gracias, dice él y va a recibir el coche. .

Dos días después no sabe que ha pasado y no cuenta con el documento corregido debidamente firmado. Ante su duda nuevamente habla con la persona a cargo, quien le dice algo que lo deja intranquilo pero no por eso caso resuelto.

Finalmente el comprador toma decisión y prepara carta dirigida al jefe de sección de ventas y va a sus oficinas sin más ni más. El jefe muy amablemente recibe la comunicación, le escucha su preocupación y va a hablar con la persona que recoge las firmas. Los documentos estarán listos en un par de semanas.  

Es cierto, no las podemos saber todas, pero si no aprendemos, más de una vez nos van a vender “gato por liebre”, con nuestro visto bueno.

Definamos con tiempo que queremos. Coticemos con varios proveedores el mismo tipo de carro.

Consigamos un ‘asesor’ que lo/s acompañe en las diligencias de compra.

Exija que junto con su ‘asesor’ verifiquen todos los recibos que se van a firmar.

Estando todo en orden proceda a firmar, antes no. No firme nada que lo comprometa.

Mientras usted tenga la plata en el bolsillo, usted manda, una vez firme “no hay tu tía”.

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