sábado, 6 de enero de 2018

PARA CADA ETAPA DE LA VIDA UNA ESTRATEGIA DIFERENTE

OPINION, 11 enero 2018

Será que estamos perdiendo la memoria a muy temprana edad o que para cada etapa de desarrollo de nuestras vidas no le hemos dado la atención que cada una requiere. Sí porque de niños podíamos aprender muchísimas cosas que guardábamos en la memoria de inmediato, de aquella época, sin querer decir que con el tiempo, solo vagos recuerdos nos quedan. Luego llegó la juventud y ya empezamos a hacer resúmenes que nos facilitaran recordar temas extensos, para no hablar cuando fuimos a la universidad, teníamos que estudiar intensamente para poder pasar cualquiera de los exámenes de aquellos tiempos y que hoy, muy poco o nada recordamos.  

Y que nos pasó después cuando empezamos a trabajar, no solo tuvimos que depender del apoyo de personal auxiliar para hacer citas, contactos, cumplir compromisos, enviar flores, regalos, etc. etc. en fechas que de otra manera se habrían olvidado, de no ser por el apoyo que en nuestras áreas de trabajo teníamos a nuestra disposición.

Y que decir cuando nos enamoramos y casamos. Cuantos de nosotros recordamos fechas y de recordarlas ¿que hicimos para celebrarlas? No sería que alguien nos las recordaba y no solo de ellas sino de la conveniencia de enviar unas flores o llevar un regalo o una invitación a comer, etc. Parece que o siempre fuimos ejecutivos o no teníamos tan perfecta memoria que dependíamos de otros.

Ahora, en nuestra mayoría de edad, generalmente ya no contamos con tales recursos, lo que significa que nuestra efectividad baja, no necesariamente porque nosotros estemos olvidando algo que teníamos que hacer, no, simplemente no contamos con el apoyo secretarial o escrito para poder cumplir con nuevos compromisos, sin olvidarlos. ¿No le parece? De paso creemos que podemos depender de nosotros mismos, para algunas cosas, pero no para todas. En otras palabras estamos dependiendo de otros, como en el pasado, solo que ellos ya no están disponibles.

Dado el cambio de las circunstancias, sin contar las que tenemos ahora en este país, sus costumbres son diferentes a las que hubiéramos tenido en nuestras tierras. Por otro lado nuestros hijos y demás familiares ya no se encuentran cerca de nosotros, por lo tanto nosotros tenemos que desarrollar nuevas formas para mantenernos activos, hasta que Dios lo disponga.

Veamos uno de los robots que tenemos a nuestra disposición y que no lo tomamos en cuenta cuando de recordar, una hora, tomar una medicina, una cita, si, nuestro compañero de siempre, que lo hemos olvidado, el reloj.  No olvidemos, por otro lado que contamos con los celulares, la radio, la televisión y los periódicos. Por otro lado debemos encontrar nuevas alternativas para nuestra movilización.

No hay duda que debemos establecer mecanismos de apoyo para continuar cumpliendo con nuestras labores diarias. Pero antes, un artículo del New York Times de la fecha, dice que: La soledad puede ser mortal para personas de mayor edad y que el mejor antídoto son los amigos, yo añadiría, mantenerse ocupado. ¿Que cuales ocupaciones? El jardín, los frutales, escribir, leer, colaborar en la iglesia, ser voluntario en la comunidad, etc.

Un joven ejecutivo de ventas, una vez cerraba la puerta de su residencia o de su carro, le quedaba la duda de si había o no cerrado bien. Se devolvía para verificarlo. ¿Qué hizo?  Empezó a demorarse unos segundos más para cerciorarse que lo había dejado cerrado. Santo remedio.

Dejaba su carro en el parqueadero del aeropuerto de Miami, y aun cuando recogía el tiquete respectivo a la entrada, no recordaba donde lo dejaba, por lo tanto y después de un viaje de 3 días al regresar el gran problema para encontrar el recibo y además el sitio donde lo había dejado. Solución, ahora controla con unos minutos más de tiempo, el nivel y las letras donde dejo el vehículo, si era al lado derecho o izquierda, cerca al ascensor, etc. Ya no le ha vuelto a pasar que se le “pierda” el carro o se lo “roben” como le sucedió la última vez.

Los anteojos se le perdían, claro no se daba cuenta que los tenia puestos. Compró  una especie de tiranta que unió a los anteojos. Ahora lleva los anteojos colgando sobre el pecho, cuando no los está utilizando.


Viajar al aeropuerto de Miami era una odisea. Tuve conocimiento que el Tri-Rail partiendo de Mangonia me llevaría directamente al aeropuerto. Problema resuelto, dejando parqueado el carro allí, gratis. Ahora les recomiendo a familiares o amigos tomar y disfrutar el tren con vagones de dos pisos para llegar a Mangonia, donde les espero, sin las aulagas del pesado tráfico de la I-95. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.