domingo, 9 de julio de 2017

¿QUE NOS PASA?


OPINION, 6 julio 2017 abajo
OPINION, 13 julio 2017 

Hace unos buenos años había un programa de televisión mejicano, cuyo objetivo era llamar la atención sobre algunas características muy nuestras que nos estaban afectando o no estaban de acuerdo con los tiempos cambiantes de aquella época. Esto fue hace unos 20 años. Bueno esto no ha pasado de moda, solo nos sirve para actualizarnos, para saber dónde estamos.

Es difícil, sin hacer una evaluación poder establecer el para donde vamos y si vamos en la dirección correcta, con el fin de cumplir lo que con tanto ahínco prometimos cuando empezamos a soñar con nuestro viaje a estas tierras.

No hay duda que una cosa es imaginarse, soñar, hacer globos y otro bien diferente el como tales predicciones se hicieron realidad, o que cambios negativos no nos permitieron desarrollarlos.

Es muy probable que al no darse las condiciones esperadas tuviéramos que cambiar de planes, o mejor adaptarnos a las condiciones que cada uno encontró o, en el peor de los casos, bajar la guardia y dejar de luchar, de perseguir aquel sueño. Los que están logrando su cometido, felicitaciones, pero los que no, este artículo no les cae mal inclusive a mismo que día a día hay siempre algo que podemos hacer en nuestro beneficio o el de nuestra ciudad y sus habitantes.

Sea cual fuere la razón, el problema que se vislumbra es que de seguir como van es muy probable que tarde o temprano tengan que regresar a sus tierras, haciéndole creer a todos los que fueron nuestros amigos, que USA ya no es lo que fue para nuestros padres, que hicieron alguna fortuna hace ya hace unos años. Quienes los escuchen obviamente no los van a creer. Ya que esta es una tierra de promisión. Por otro lado es muy probable que los nativos estén descontentos, se acabaron las épocas de grandes salarios y grandes carros. 

¿Será que aún es tiempo de recuperar el tiempo perdido? No será fácil, todo depende de cada uno de nosotros. La decisión es nuestra y de nadie más. Y démonos cuenta que cada año la cosa se pone  más difícil, por un lado y por el otro nadie tiene el futuro asegurado. En cualquier momento la situación puede cambiar. Recordemos los que compraron casas, a altas tasas de interés pero que perdieron sus empleos por los efectos económicos, las tuvieron que perder, y fueron muchos y en todo el país.   

No podemos decir que acá no hay oportunidades. Las hay, pero el grado de preparación se hace más exigente. Y esto lo vemos inclusive en los nativos, la continua actualización en la universidad se hace más apremiante el disponer de recursos económicos para pagarlos, pero también superar la decidía que a esta situación acompaña.

Recuerdo que cuando nos mudamos a esta comunidad me dieron a entender que era viejo y que por lo tanto el trabajo a desempeñar no era para mí. No había necesidad que me recordaran mi edad para no darme el trabajo, por el contrario sin pensarlo dos veces busqué otras alternativas que me permitieran sobrevivir con satisfacción personal.

Veamos lo que tal ‘rechazo’ creo en mí. Yo nunca soñé ser periodista, enseñar español, crear dos organizaciones sin ánimo de lucro, llegar a conseguir 24 instructores voluntarios para enseñar inglés, francés, italiano y español, conseguir 13 lugares para enseñar entre iglesias, bibliotecas públicas y jardines botánicos, terminar mis estudios de pintor, pintar 13 cuadros y exhibirlos en bibliotecas y clubes, estudiar para convertirme en Master Gardener, tomar cursos de manejo de insecticidas y cultivos hidropónicos.

Convertirme en  miembro de la Florida Guard Association, miembro del Treasure Coast Community Choir, coro de más de 100 voces, ser profesor bilingüe de inglés y español, hacer presentaciones en inglés ante organizaciones locales. Se me olvidaba comentarle que junto con mi esposa, iniciamos nuestra huerta con mangos, guanábanos, plátanos, papayos, moringa y otros. Ellos serán nuestra mejor fuente de trabajo y satisfacción, en los próximos años.  

Nunca pensé que junto con mi esposa pudiéramos quitar la cerca de madera e instalar una nueva, cambiáramos los pisos de alfombra por pisos de madera, inclusive los sanitarios sin haber tenido experiencia previa.   

Lo más importante aún estar estudiando, cómo mejorar nuestra redacción en inglés en la Biblioteca Blake en Stuart y lo más agradable recibir llamada de un PGA club invitandome para dictar  un curso de español. Lo que no me dieron a los 60 años lo estoy recibiendo ahora. Así que ¿Qué nos pasa? No. ¡Qué fue lo que no pasó!

--XXX--

OPINION, 6 julio 2017

¿SERA QUE EL PROBLEMA ES NUESTRO?

Existen muchas cosas que no hemos pensado, lo que no significa que no existan, sencillamente no se han atravesado en nuestro camino. Como puede uno llegar a creer que existen seres que ante la desdicha encuentren en ella una lección de vida, si una lección de vida para no volver a pasar por las mismas. U otras que aun frente a la enfermedad aprendan la lección de la vida, de lo que se habían estado perdiendo, inclusive no saber que existía.

Posiblemente en varias oportunidades ellas/ellos vieron en otros seres, cercanos o lejanos el sufrimiento o su nobleza para recuperarse y seguir adelante. ¿Verdad que no hemos estado expuesto a tales situaciones? Bueno a Dios gracias, pero recordemos que eso no significa que deban pasar y de lo cual nosotros no estemos exentos.

En una de mis clases de español llegamos a un tema sobre los miedos, sus efectos. Normalmente sentimos el miedo cuando éramos niños y nos asustaban con el ‘coco’ para que nos tomáramos la sopa, o para que hiciéramos las tareas, etc. Pero generalmente no tomamos en cuenta el tipo de miedo, por ejemplo, del miedo al rechazo por parte de la familia, las amistades, el miedo al fracaso, el miedo a la pérdida de un ser querido y que tal una cosa que está bien en boga, el miedo al cambio, si al cambio que nos puede afectar nuestra forma de vida.

Cuando tocábamos el tema me daba cuenta que “a estas alturas del partido”, para que los miedos no nos afecten tanto y en forma directa, el estar preparados para diferentes y potenciales efectos, sobreviviremos. Por ejemplo, el torrencial aguacero de hace una semana, con el agua a la altura de la rodilla.

Nunca habíamos pensado que tal cosa nos pasaría a nosotros. No obstante nos pasó y hay que reconocerlo no estábamos preparados para usar la sobrilla o un impermeable. Como era obvio, eso no nos evitó el miedo a que el agua se nos entrara a la casa o pudiéramos conducir nuestros vehículos a nuestras casas, etc.

En lo posible debemos pensar, ahora más que nunca, en las posibilidades de que circunstancias que a otros les han tocado pasar, son potenciales enemigos nuestros que con tiempo debemos ‘desterrar’ de nuestras mentes, con preparación, y así mejor manejar los casos que se nos presenten.

Veamos como existen seres, Laura Rangel, triatlonista colombiana que Encontró en sus debilidades sus mayores fortalezas. Estuvo lista para no dejarse vencer de las adversidades” en las competencias que ha tenido que participar. Otra máxima de esta ejemplar deportista: que frente a la adversidad, que estando lesionada decidió competir. “Corrió tanto que era como si sus piernas se desprendieran de su cuerpo. Le dolían, pero sabía que debía darlo todo. Ocupó el tercer puesto y, con 15 años, supo que el poder de la mente era el que impulsaba sus piernas.

Lindo ejemplo. ¿La quiere conocer? Lea mi artículo en la página 19 – La Mujer en Acción – le sorprenderá.

Ahora y como parte de este articulo veamos qué pasa con mujeres que sufrieron cáncer del seno, parcial o total. Uno, a simple vista, consideraría que se les acabo la vida. Más no, más vivas y amantes de la vida nos comparten su sentir en las siguientes declaraciones, recogidas del libro Sonríe o muere, La Trampa del pensamiento positivo de Barbara Ehrenreich:

“He aprendido a cuidar de mi cuerpo como se merece para que el me cuide a mi igual”.
“Como diría Nietzsche, lo que no te mata te hace más fuerte”.
“El cáncer de mama me ha dado una nueva vida”. Necesite experimentar algo así para abrir los ojos a la alegría de vivir”.
“La fuente de mi felicidad  fue, ni más ni menos, el cáncer; gracias a él, las cosas buenas de mi vida se hicieron buenas de verdad”.

Y como complemento lo que me dijo una joven profesional de un país dominado por el comunismo, hablando de su madre que la había visitado. “Lindo país, pero por nada del mundo me quedaría a vivir acá, porqué en el mío tengo todo, mis amistades, mi cultura, mi casa, mi educación y servicio médico gratis, en fin todo lo que hace de mi un ser humano feliz. Solo me falta tú”. ¡Eso no me lo puede dar el sistema!

¿Será que no sabemos vivir? Que queremos vivir la vida de otros sin darnos cuenta que somos nosotros y los nuestros a quienes nos debemos. ¡Así como ellos creen que nosotros los amamos! 

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