OPINION, 27 julio 2017
No hace mucho tuve que hacer
cola para comprar unos medicamente en Walmart de la US1 en Port St. Lucie. Una
vez que me toco mi turno la señora a cargo me dijo “M” si, Merchan. Y
rápidamente lo registro en su terminal. Yo aproveche el momento para agradecer
tan gentil atención y memoria, recordar que mi apellido empezaba por “M”. Ella
me dijo no siempre es así, hay personas que son un tanto difíciles para atender.
Casi siempre se ha dicho que manejar público no es fácil. Afortunadamente fui
la excepción.
Recientemente junto con mi
señora tuvimos que hacer varias diligencias en menos de 3 horas dentro del área
de Port St. Lucie.
Cita al oftalmólogo a las 8:30
a.m. Hora de arribo, 8:15 a.m. inscripción del nombre. Nos sentamos en la sala
de espera 5 minutos y de inmediato el facultativo nos atendió. Todo perfecto,
mil gracias. Ah, aproveche la oportunidad para consultarle que me estaba
doliendo el ojo izquierdo. Le consulte si debería venir para una consulta, de
inmediato me ausculto y me prescribió, instrucción que la señora en recepción
transmitió a Walmart. Agradecidos nos
despedimos.
¡Ah! pero antes de salir nos
encontramos con una de sus asistentes, bilingüe, de inmediato mi señora le
entrego una bolsa con mangos de nuestra huerta. Ella sorprendida y muy feliz los
recibió.
Ese dolor de muela tenía
como prioridad visitar al odontólogo. Obvio no teníamos cita previa. Aun así
nos recomendaron esperar. Casi de inmediato una de las asistentes vino hasta la
sala de espera y nos informó que el procedimiento podría demorar, así que lo
mejor era establecer una cita. OK y salimos. Yo pensé que nos enviarían la cita
por e-mail. No, una de ellas rápidamente nos alcanzó fuera del consultorio.
Regresamos para definir la fecha y hora. Mientras tanto otra asistente se
comunicaba telefónicamente con la Farmacia de Walmart para autorizar entrega
del medicamento. Nosotros expresamos nuestra gratitud.
Salimos de inmediato para
nuestro banco. Por la ventanilla de atención al público nos atendió una cajera
bilingüe con su gentil servicio de siempre. Había tenido un bebe hacia unos 4
meses. Felicitaciones y momento para que mi señora aprovechara para entregarle
una bolsa con mangos. Ella los agradeció, era su fruta favorita.
Continuamos al supermercado
Bravo. De inmediato nos atendió una señora que nos conocía hace unos 10 años o
más. Feliz de vernos. Con sonrisa sinigual nos atendió, momento que mi señora
aprovecho para entregarle una bolsa con mangos. Feliz llamo a otra compañera
que de inmediato salió a saludarnos. Feliz de recibir una muestra de nuestra
cosecha. No estaba presente otra dependiente que conocíamos pero una que
entraba, recibió otra bolsa. Todos quedamos contentos.
Seguimos a la Oficina de
Correos (Post Office) en el 8623 South US Hwy 1. De inmediato la Sra. Isabel,
esposa del gerente, nos atendió en ausencia de la titular. Deseábamos enviar
mangos a nuestros familiares en otros estados. De inmediato, como ya lo había
hecho hacia una semana, nos recomendó
utilizar las cajas que de acuerdo con su tamaño tienen un precio fijo.
Ella nos explicó la conveniencia ya que se basa en el tamaño y no el peso,
saliendo más práctico para el cliente, enviarlo de esta manera.
Debíamos hacer caber un buen
numero de mangos, cosa que doña Isabel, con su experiencia de muchos años en un
santiamén lo logro, con espacio para enviar un tronco de unos 10 centímetros de
largo de Moringa con un pequeño retoñito y debidamente empacado en papel bien
húmedo para asegurar su arribo. Ella cerró las dos cajas y dándonos la atención
de siempre quedamos muy agradecidos. Por esto esta Oficina Postal es nuestra
favorita. ¡Oh! también es imprenta.
Cerrando nuestro periplo llegamos
a Walmart en la US1 en Port St. Lucie. La misma amable señora me dice ‘M’, sí,
Merchán. De inmediato me entrega dos sobres y me invita a entrevista con la
Farmacóloga. Después de corta indicación sobre los medicamentos le agradezco su
muy gentil atención. Con una grata sonrisa me despide.
Conclusión, nosotros los
hispanos en particular tenemos la característica de cultura y agradecimiento
con una sonrisa. No hay duda, hemos creado un círculo de personas gratas que a
su vez nos hacen el día más amable. A su vez ellos no han dado la oportunidad
para que nosotros expresemos nuestro agradecimiento por la forma tan especial
como cada uno cumple su función, no solo con lo que las empresas consideran
conveniente, ellas le ponen su toque especial, una sonrisa y un expresivo
saludo o despedida. No hay duda a través del tiempo nos lo hemos ganado. ¿Cómo
puede uno quejarse de vivir en tan grato Port St. Lucie? ¡Imposible!
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