DIVERTICULITIS

OPINION, 8 junio 2017

Muchas veces no sabemos cómo será nuestro comportamiento, en especial en situaciones de emergencia. Inclusive nunca llegamos a pensar que haríamos en una catástrofe, una tormenta, un huracán, un accidente de tránsito, etc. hasta que no estemos enfrente de uno de ellos. Como no sabemos cuál será nuestro comportamiento, lo más seguro es que estemos expuestos a nuestras propias críticas y lamentaciones de lo que pudo haberse hecho pero no sé hizo, para no decir lo que los demás dirán.

Por ejemplo, si uno de los conyugues es hospitalizado de emergencia, por una diverticulitis, obvio no sabemos nada y por lo tanto que hacer si es nuestra conyugue y tenemos niños o sin ellos, pero incapaz de manejar la casa y por ende la provisión de alimentos, etc.

Me ha llamado la atención escribir este artículo, ya que dos seres queridos lo han sufrido, habiendo estado a punto de perder la vida. Han pasado dos situaciones similares. En la primera a media hora del hospital y en el caso más reciente por datos que nos proporcionaron telefónicamente. Era una diverticulitis y ninguna lo sabía. ¿Será este un problema nuestro?, seguro que no, pero nada se pierde si hoy aprendemos algo que nos podrá servir para nosotros o para los nuestros.

¿Pero qué es eso, como se presenta, que se debió haber previsto, etc.? Para ello le he pedido a mi hermana nos narre qué le pasó.   

“Yo sabía que algo andaba mal, pero no sabía que tan grave era, especialmente sin ninguna compañía que me ayudara. Entonces me encomendé a Dios y salí de casa y conduje como pude hasta el hospital en Ogletorpe, GA, sección Urgencias. Llegué sin saber cómo. Alcance a parquear el carro, subí los escalones, vi la enfermera ella me dijo “What can I do for you” y me desmayé, es todo lo que recuerdo.

Ya habían pasado más de 24 horas “sin hacer del cuerpo”. Dado médicos sin antecedentes, de inmediato exámenes, radiografías y cirugía de urgencia.   

¿Qué había pasado? 

Los divertículos o pequeños ‘bolsillos’ que se forman en las paredes del colon, también llamado el intestino grueso, canal a través del cual corre la materia fecal, se llenan de partículas no procesadas, que al no ser atendidas, supuran y explotan, contaminando el abdomen con la materia fecal, allí retenida.

La diverticulitis se presenta en particular a partir de los 40. De ahí la importancia de la consulta médica con la respectiva colonoscopia, donde el facultativo se dará cuenta si existen pólipos, en cuyo caso él los estirpará, inmediatamente y sin dolor.   

Cuando los divertículos crecen ponen presión en las paredes del intestino grueso y allí es donde comienza la constipación, los gases y sangre en la materia fecal.

Es muy importante que al notar alguna falla o demora en exceso en la defecación, se chequee su color, para informar al médico.

Gracias a Dios hoy estoy viva después de una semana en cuidado intensivo, dos de ellos en estado de coma, y dos en recuperación. Como no salía del estado de coma llamaron al sacerdote de mi iglesia para que me aplicaran los santos oleos.

Aquí no para todo, una vez que me desperté me di cuenta que estaba con cables por todas partes y cerca al ombligo tenía una bolsa plástica para guardar la defecación, en otras palabras me habían cortado el intestino grueso y esa era la salida.

Toda mi familia y miembros de nuestra iglesia tanto en St. Gerard en Fortogletorpe, GA como en Port St. Lucie en la Holy Family Catholic Church, grupo de oración hicieron el milagro a través de sus oraciones.

Durante el periodo de recuperación me hicieron la colonoscopia para determinar cómo estaba. Gracia a Dios no había cáncer. Me había  “recuperado”, y seis meses después, una nueva cirugía para reconectarlo el intestino grueso y regresar a mi estado normal.  

Algo interesante, mi médico de cabecera nunca me recomendó mandarme hacer la colonoscopia, donde se hubieran palpado los bolsillos de que les hable. Por otro lado yo tampoco sabía que ese examen era de extremada importancia..

No echemos en saco roto lo que acá les he explicado. A veces tenemos solo una opción de vida, no la perdamos.