Es Muy probable que de pronto
nos dejen atrás. Será que esto corresponde: ¿A la edad, al ingreso económico, a
estar en el país correcto, etc.? Pareciera que esto de que lo dejen atrás
corresponde a muchos factores, uno de
ellos no darse una cuenta. ¡Wow! Esto sería lo peor. . Veamos que pasa y
cuando.
Normalmente y dependiendo de
diferentes circunstancias, los amigos, la familia, la comunidad, e inclusive
uno mismo puede quedarse fuera del grupo, en otras palabras de la sociedad,
para sentirse derrotado, como si lo estuvieran persiguiendo con la ausencia, el
desconocimiento, él ¿Y quién es él?
Hay que reconocer que en este
país, pareciera que las cosas son diferente a las que nosotros teníamos en
nuestros países. Si, allí no sabíamos muchas cosas, porque generalmente todos éramos
jóvenes, razón por la cual nunca nos preocupamos por lo que nos podría pasar
una vez llegáramos a la actual edad.
Para esto de llegar a esta edad es muy importante. Si es la
persona, la pasará bien o mal dependiendo de cómo llegó a organizar su vida y
que recursos económicos tiene para defenderse adecuadamente, en especial de lo
pertinente a cómo vivir, y si así corresponde, como cubrir los diferentes costos
de salud, casa, carro, etc. y finalmente disponer de ella misma, si es caso de
muerte.
Pero antes de llegar a ese
momento es importante que miremos el pasado. Que nos demos cuenta que tan bien
nos comportamos, nos preparamos para este final, al parecer cercano. Si tenemos
todo arreglado, cosa que no se cree, es muy probable que tengamos un feliz
final y todo un cuento para nuestras querida familias.
Pero siendo contrario, las
cosas obviamente serán adversas y eso no nos conviene. En uno de los artículos
que utilizo para mis clases de inglés, el autor comenta algunas cosas a las
cuales no les hemos puesto demasiada importancia. Bien, sea por decidía,
irresponsabilidad, situación del país, etc., nos veremos con problemas que si no los previmos, estaremos en dificultades.
Obvio nadie se quiere quedar con el muerto.
De ahí la importancia de que
siempre cuidemos de lo nuestro. No bajemos la guardia. No nos confiemos. Dice el autor de
uno de los puntos que: “None is responsible for making you happy, it’s not other people’s
job ( not even your spouse’s ). En otras palabras: Nadie es responsable de hacerte feliz, eso no es
función de otra persona, ni siquiera del conyugue”. ¡Wow! La cosa se puso cruda.
Creo que a partir de esto
debemos tomar conciencia que nos toca dirigir nuestras vidas con mayor grado de
seguridad y esto dice claramente que es nuestra responsabilidad, no la de
nuestros hijos y menos del conyugue. Recuerdo el caso de aquel que a última
hora le dio por irse de su hogar para crear otro, “pero el tiro le salió por la
culata”.
¿Qué pasó? La otra le sacó lo
que tampoco tenía, “dejándolo en la calle”. ¿Qué hacer? ¿Regresar al hogar que
había dejado, por un terrible error? Pidió y rogó a la familia. La mayoría
llegó a la conclusión que lo mejor era que siguiera en la calle. La que fuera
su esposa, se condolió y dijo: No olviden que él de todos modos es su padre”. Le
permitió que se quedara en casa.
Dado que la vida le había dado
muchos golpes, él que pudo haber sido un buen padre, solo pensaba en descansar,
para no usar la palabra, morir. Un día al notar que no había movimiento en su
cuarto, descubrieron que él que alguna vez fue un buen hombre, había fallecido.
Triste, ¿verdad?
Eso pasó en un país diferente
al que estamos. Solo fue un ejemplo de
aquel que pudo, pero se le olvido como hacerlo. Hemos visto con qué facilidad
una persona, para no decir una familia, queda en la calle. Si por el contrario
es joven, es posible que se apoye en sus queridos padres dándole un campito en
su residencia, caso contrario, mayor edad, lamentable.
Soldado advertido no muere en
guerra. “Your
parents are not saints! They can be wrong most of the time. Don’t depend on
them blindly.” Traducción: ¡Tus padres no son
santos! Ellos se pueden equivocar la mayoría de las veces. No dependa de ellos
a ciegas”. Si no puedo depender de mí mismo, que esperanza doy a los mios.
Cambiemos y reestructuremos
nuestra forma de ser ahora que todavía podemos. Lo que no se hizo antes, hagámoslo
hoy. Estoy seguro que nuestros hijos y la bella madre siempre solicita estarán
para elevar el pedestal que cada uno de nosotros merece de su Dios y de los
suyos.
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