OPINION, 10 de junio de 2021
Crees tú que Egan Bernal,
campeón del Giro de Italia, hace solo una
semana, antes de regresar a Colombia, pidió que le hicieran el examen para
Covid-19. Esto nos da a entender que los organizadores del Giro de Italia
pasaron por alto el haberlo hecho antes. Obvio, con los antecedentes de la
pandemia en Italia, la cercanía de tantos ciclistas en competencia y del
público en general, el resultado del examen fue positivo.
Adicionalmente su novia, que lo
acompaña, también dio positivo. Es muy
probable que uno o el otro se contagiaran, caso contrario el medio ambiente
propio de la competencia ciclística. Démonos cuenta que es mejor prevenir que
tener que curar.
Una familiar nuestra,
enfermera de profesión, seguramente se contagió en ejercicio de su profesión.
Ella sin saberlo contagió a su esposo. Tanto ella como él, murieron hace una
semana, dejando a sus cuatro hijas huérfanas.
La prensa nos informa que una
pareja se iba a casar en una población de la India, con tan mala fortuna que
durante la celebración del matrimonio, la novia falleció. De inmediato los
padres de la novia llegaran a un acuerdo
para que una hermanita de la difunta se casara
en su lugar. Estos arreglos son comunes en la India.
Se desconoce si la exnovia dio
positivo para el Covid-19. Recordemos
que la población de la India ha sufrido mucho
con el Covid-19. El proceso de vacunación tanto por el exceso como
dispersión de la población, seguramente lo ha dificultado.
En nuestro medio las cosas no
se arreglan tan fácilmente. Razón por la cual es mejor que todos estemos
protegidos. No perdemos nada pero si no nos vacunamos, no nos salvaremos y a su vez la vida de cada uno de nuestros miembros de la
familia, amigos y compañeros.
Sabían ustedes que hoy en día el
Covid-19 está enviando al hospital a un promedio de 15.000 norteamericanos por día, si, quince mil
en los Estados Unidos.
Este mensaje va dirigido a nuestra comunidad. En especial,
ante la probabilidad de que aun, no se decida a prevenir el Covid-19, ya sea
por desconocimiento, por incredulidad, historias que cada uno se ha encargado
de crear o despreocupación sin darse cuenta que puede ser afectado o afectar a
otros en cualquier momento.
Un ejemplo. Hace unos cuatro
meses, en nuestro hogar, estábamos en duda sobre la necesidad de vacunarnos.
Gracias a nuestra hija menor y a cuatro médicos a quienes les consultamos si
existía un alto riesgo. ¡Indefectiblemente!
Sin pensarlo dos veces, nos vacunamos de inmediato.
¿Qué cambió? Sencillo, me
retiré del coro, después de 10 años, no más peluquería, no más clases
personales de inglés o español, en salones de clase, ahora misa por televisión los domingos a las
10:30 a.m., no más restaurantes, solo comida en casa. ¡Ah! recoger el agua
lluvia para las plantas y frutales, sin usar el del acueducto, no usar dinero
en efectivo, pero si con tarjeta de crédito, no playas, no fiestas. Solo
salimos a comprar lo del mercado, visitar al médico o al dentista y a trabajar desde la casa. Disminuyamos la
probabilidad. No estamos para dar opciones.
Gracias a Dios hasta ahora
estamos escribiendo estos artículos y a través del Zoom.com seguí enseñando
español e inglés, con estudiantes en Canadá y dentro de Estados Unidos en
Connecticut, Massachusetts y North
Carolina, inclusive a Residentes
Permanentes en inglés para el examen de ciudadanía.
¡Crees tú que vale la pena
seguir corriendo el riesgo de que te contagien o sin saberlo que tu contagies a
otros como le sucedió a nuestro campeón Egan Bernal, o a su novia y que tal la
enfermera y su esposo, sin mencionar los miles de miles que ya han fallecido!
¡No permitas que otros cuenten
tú historia, es mejor que tú lo hagas!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.