OPINION, 11 marzo 2021
¡Querer lo que uno hace! ¡Wow!
Nos complicaron la vida. Bueno creo que es importante que tratemos de
comprender el valor de las palabras para así llegar a comprender algo que para
todos es común. Todos tratamos de ser felices, tomando en cuenta las varias
definiciones existentes. Digan mucho o no, es probable que las definiciones de
lo que es felicidad, este lejos de lo que nosotros compremos como tal.
Antes que nos alteremos es
bueno que iniciemos un repaso de aquellas cosas que hoy estamos haciendo,
porque nos toca o porque nos agrada o por necesidad. Sea como sea, bien vale la
pena evaluar lo que hoy trato de comunicarle a través de estas palabras.
Para tal tarea, complementemos
que la felicidad no es lo que nos pasa, sino como interpretamos lo que nos
pasa.
Precisamente en mi búsqueda de
artículos en Youtube, para mantenerme
actualizado, encontré la conferencia que la Dra. Marian Rojas-Estapé dio sobre
la Felicidad. Le agradeceré visitar: https://www.youtube.com/watch?v=5qD7pbw-_2U para ampliar su concepto de lo que, entre otras
definiciones, dice que “la felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer
lo que uno hace”. Completamente de acuerdo. Veamos en el siguiente caso, no
solo como uno puede ser feliz, sino, cosa más difícil hacer feliz a otros.
¡Wow!
Indefectiblemente, cuando nos
mencionan nuestras obligaciones con el prójimo, pareciera que eso es “harina de
otro costal”. Claro que no. Hoy más que nunca dependemos de los impactos que
logremos tanto en la vida profesional como a nivel de nuestros hogarares. Es
acá donde nuestra personalidad se pone a prueba. “To be or not to be”
Para la muestra un ejemplo.
Llegó a mi mente comentarles lo que me paso cuando por primera vez en mi vida
daba a conocer mi hoja de vida. Quien fuera a ser mi jefe inmediato, me pidió
que llenara el formulario de solicitud de empleo, donde plasmaría los estudios
y experiencia que yo poseía.
Al entregarle la hoja de vida
dijo: ¿Estarías disponible para para viajar a Lima, Perú, para adiestramiento
en las funciones del cargo? No podía salir de mi asombro. Como él, sin
conocerme, pero sabía de donde venía, determinaba mi capacidad y personalidad
adecuada para cumplir las variadas funciones del cargo. Luego de entregar la
hoja de vida, quede sujeto a una llamada. Esto significaba algo que llenaba mi
espíritu de una gran alegría.
Por segunda vez viajaría en
avión, ya lo había hecho cuando asistí a la escuela, pero ahora sería en vuelo
internacional y en hotel reservado por la oficina en Lima. No hay duda que esto
me traería, un cambio radical. Feliz a mi hogar llegué. Mis padres aun no podían
creer lo que me había pasado.
En aquella época había
obtenido de mis padres permiso para construir una casa de madera para mí como
las que hoy hacen para los “milenialistas”.Aprovechando mis estudios de dibujo
arquitectónico se me facilitaría diseñarla e inclusive hacer cálculos de las
maderas que iría a utilizar, tipo de techo y número de tejas, etc. Mis padres
me ayudaron a construirla. Este era un sueño que nunca pensé que lograría realizar.
Regresemos donde iba. Aquella
mañana, un sábado, como a las 10 a.m. estando en la puerta de mi “nueva
residencia” mi madre me dijo que me llamaban por teléfono. ¿Quién podría ser? Yo
no tenía amigos en aquel entonces, al escuchar la voz, me di cuenta que era la
secretaria de mi futuro empleador. ¡Oh Dios! ¿Qué sería? Ella muy amablemente
me dijo que mi solicitud de empleo había sido aprobada por la oficina central
en Washington, D.C. Esto era de ensueño, la dicha me embargaba.
Para aquella época era
relativamente tímido. Aun así, llegaba a donde debía llegar. Cumplía lo que me
pedían, por lo que poco a poco me hacía conocedor de mi eficiencia. Uno de los
puntos fuertes era hablar y escribir en inglés. El haber realizado estudios de
lingüística en el Centro patrocinado por la UCLA University of California en
Bogotá, debidamente becado y luego graduado como Asistente Administrativo,
también con beca, además de profesor de prácticas administrativas del Centro
Colombo Americano, también en Bogotá, habían cimentado mi formación para tal
cargo.
No hay duda, esta fue una de
las muchas pruebas que pasé, teniendo la ¡mejor oportunidad para querer lo que
deseaba hacer!
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