OPINION, 5 julio 2018
En pasado artículo les comentaba
sobre el Sueño Americano y como éste se puede ver afectado dependiendo de
factores económicos, políticos, migratorios, monetarios e inclusive familiares.
La cosa no es fácil, de ahí la dificultad para radicarse en otros países con
dinámicas de desarrollo diferentes, con la idea de aportar algo al desarrollo
del país.
Debemos reconocer que estar
preparados para causar un impacto tampoco es fácil. Olvidémonos de nuestros
sueños, hoy en día nadie compra pan para vender pan. Mejor dicho si nosotros
vinimos a esta tierra es para crear nuevas opciones de desarrollo o contribuir
a ellas, pero no a ser carga.
¿Alguien dijo carga? Si, ya
que al no estar preparados, bien preparado con dominio del idioma, el sistema
tiene sus controles para depurarlo, dejándonos fuera del mercado. Si, del
mercado que creíamos vendríamos a participar. Al no ser así, tendremos que
pensar en niveles de trabajo más bajos sin requerimientos universitarios o
técnicos y obviamente con detrimento del ingreso esperado.
Recuerdo, hace unos años, un
profesional que trabajaba para una multinacional inició los trámites para viajar a Finlandia. Su visa no fue aceptada
hasta tanto su nivel de aporte al desarrollo del país pudiera ser utilizable,
por un lado y por el otro que no fuera a ser una carga para el estado. ¡Wow!
Nadie compra pan para vender pan. Oh sí. No lo creo.
Esto de la carga es algo que
los estados en general están conscientes día a día. Por más que nosotros
paguemos impuestos, no es lo mismo los de un nivel profesional a un nivel de operario. Los niveles de
productividad tienen que ver con el grado de utilidad para el país al aceptar a
cualquiera de nosotros. Hace poco me decía una persona de un poco más de 60
años, trabajando como operario, que a él no le servía trabajar como sustituto,
él quería ser de planta a tiempo
completo para tener cobertura de los derechos que tales cargos reconocían. Más
que justo, ¿pero?
El estaba buscando un
traductor para que le tradujera sus puntos de vista a su jefe y así lograr sus aspiraciones. ¿Qué tal,
creativo, verdad?
Recuerdo cuando nos vinimos de
Georgia para la Florida en busca mejores opciones, una de ellas para compra de
una casa. Los precios en aquella época a la mitad de los vigentes en Atlanta.
Así que en plazo corto, se hizo realidad. Pero y de trabajo, parece que la edad
jugaba un papel preponderante caso contrario a trabajar como operario.
La mejor decisión, no depender
de un puesto, pero si crear una organización sin ánimo de lucro que en la Costa
del Tesoro no existía. ¿Quién iba a comprar pan para vender pan? Quien les
escribe. Mi intención ha sido la de servir, más no hacer dinero y se hizo
realidad. No fuimos carga para nadie y ni siquiera hubo necesidad de acogernos
a los beneficios sociales.
Hoy, 15 años después, vemos
como un hispano hace historia y no solo crea su propia organización, sino que busca
y encuentra quien redactara los “Articles of Incorporation” documento
fundamental para darle vida a la nueva organización, abogada, e inclusive el más
importante apoyo para crear nuestro website, Ms. Mary Dodge, reconocida
periodista de Port St. Lucie que tuvo la finísima atención de diseñarlo y hasta
la fecha actualizarlo semanalmente.
Son las 2:30 de este
miércoles, 30 de junio y precisamente estoy escribiendo este artículo para ElHispano,
más de 12 años y 600 artículos semanales con Opinión, Arte y Cultura, El Español
en Acción, La Mujer en Acción y hasta hace poco La Poesía en Acción.
Y que tal en este receso de
vacaciones de verano, pues los míos siguen vigentes, por ejemplo en Heathcote
Botanical Garden, Morningside Branch Library, Port St. Lucie Botanical Garden y
recientemente los cursos de inglés y español para el Departamento de Nutrición
para Niños del sistema de Escuelas del condado de St. Lucie en la Morningside
Elementary School.
Obvio que para lograr el
sitial en que nos encontramos se ha requerido entrega completa al logro de
nuestros objetivos, creatividad y decisión para encontrar quijotes decididos a
compartir sus conocimientos en la docencia del inglés, francés, español,
italiano y para colmo de gracia el alemán a partir del 4 de septiembre del
presente.
No podemos olvidar la abnegada
labor de Ms. Mary Dodge, Anthony Nitkowski, Héctor Méndez y en especial de Ana
Boscan Shaw con sus cursos de preparación para la ciudadanía a su cargo los
últimos 14 años con más de 400 nuevos ciudadanos.
Imposible dejar de reconocer
el valiosísimo aporte de las iglesias, bibliotecas públicas, jardines botánicos
de Port St. Lucie, Fort Pierce, Jensen Beach y Stuart y el Savannas Preserve
State Park que nos han permitido utilizar
sus instalaciones para el dictado de clases. Y lo mejor de todo estar
realizando esta excepcional gestión completamente gratis, sí, sin ningún logro
económico, solo nuestro deseo de promover el desarrollo de la cultura en
nuestro medio. ¿Qué tal?
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