sábado, 4 de febrero de 2017

SUPERACION PERSONAL

OPINION, 9 febrero 2017

En estos días no solo de frio sino de política, lo mejor es hablar de temas que nos puedan ayudar a encontrar nuevos derroteros. No hay duda que el mundo está cambiando y nosotros debemos prepararnos oportunamente. Por qué lo digo. Pareciera que todos queremos recibir propuestas de trabajo con salarios de ejecutivos, maravilloso, pero con la misma preparación, ¿sin actualizaciones? Cuando de cualificaciones se trata nos damos cuenta o que no estamos preparados o que la preparación recibida fue en nuestros países y que validarla acá cuesta una fortuna.

Así, pareciera que nos estancamos. Uno puede ser un diseñador, un profesor de matemáticas, un odontólogo, inclusive un médico y es como si estuviéramos terminando bachillerato. Pero el problema no es este, el problema es nuestra falta de decisión de buscar la solución a nuestro problema. La mejor opción es determinar qué tipo de estudios nos ofrecen una alternativa que sea práctica y nos permita lograr un salario que supere las necesidades de un hogar.

En más de una oportunidad me han llamado para ver en qué forma les puedo colaborar. Dentro de las opciones les comento la de ser voluntario para enseñar inglés o español. Obvio que no hay pago. Pero nosotros podemos lograrlo, después de algún tiempo creando una nueva profesión, profesor bilingüe. ¿Qué toma tiempo?, sí, claro, pero tenemos la mejor oportunidad, la comunidad que día a día desea aprender nuestro idioma. Pero salvo excepciones la gente sigue esperando la hada de la buena suerte.

Viene a mi mente como superé limitaciones una vez inicié mi trabajo. Tomar cursos cortos era una opción que no me llevaban a ningún lugar. Hasta que uno de mis supervisores me dijo: “estudia una carrera”. Pero cómo, ya con familia, primero tendría que obtener el grado de bachiller. Sin pensarlo dos veces en dos años de estudio logré mi grado, gracias al programa de bachillerato nocturno en Colombia.

Ahora venía la decisión de estudiar para optar el título de Administrador de Empresas, que podría utilizar en mi trabajo. Primer escollo por superar, el ingreso a la universidad, la Tadeo Lozano me agradaba mucho. La parte económica lo financiaría con préstamo de Icetex. Lo haría en las horas de la noche, durante 5 años. En el examen de ingreso tuve un escollo, el decano de la facultad consideró que tal decisión la debería tomar el director administrativo de la Universidad.

En aquel tiempo tal cargo implicaba resolver problemas de tipo administrativo/académico. Mi posición en mi organización, mi deseo de estudiar y viabilidad para obtener financiamiento de mi matricula me daba una gran ventaja, que tomó en cuenta el administrador y aprobó mi ingreso a la universidad. Esto fue para mí algo espectacular. Nunca pensé que Dios me permitiera superar una falencia en forma tan exitosa. En 1976 se hizo realidad mi grado de Administrador de Empresas.
No hay duda que mucho se había logrado, aun así consideraba que era más representativo contar con la preparación que me permitiera el “master” o como decimos acá el MBA. La Fundación Universidad Central me concedió el respectivo título el 22 de octubre de 1990, de esto hace solo 27 años.

En aquella época los cuatro hijos se encontraban por terminar o habían terminado su universidad, así que el deseo de superación era precisamente lograr la meta familiar, graduarme. Así se logró, Los hijos se graduaron: un administrador, un arquitecto, una diseñadora textil y una doctora en veterinaria. Además del estudio de los dos mayores para obtener su MBA y grado universitario en Fashion Design en Estados Unidos.

Pero acá no podía yo quedarme. Mi anhelo era lograr un posicionamiento en mi organización y esto solo lo lograría haciendo una especialización de dos años en auditoria de sistemas. Ahora más que nunca los préstamos se hacían más importantes. Icetex me respaldó y mi banco se hizo presente. Tal sueño se hizo realidad en la Universidad Católica de Colombia en Bogotá.  


He narrado lo anterior con la única intención de recordar cómo aproveché el tiempo y superé escollos y segundo para hacer constar que cuando uno quiere uno puede. Es cosa de decisión. Obvio que lo alcanzado no fue solo trabajo mío, no, mi esposa, nuestros hijos, mi organización, el banco e Icetex, lo mismo que mis profesores y compañeros de estudio lo hicieron posible.  A todos gracias, y que Dios los bendiga. 

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