OPINION, 14 marzo 2019
No hay duda que es más
sencillo quejarnos de nuestra suerte, que buscar alternativas de cambio, que
nos permitan superarlas. Ello lo vemos a diario. Con el solo saludar a las
personas. Que tal como estas: Para que te cuento te pondrías a llorar. Peor
para donde, afortunadamente aun subsisto y
cosas por el estilo.
Obvio que tal slogan de suerte
puede convencer a algunos pero no a todos, por un lado, por el otro, lo que es
triste es que no vemos la cantidad de eventos que pasan a diario que nos dicen
que nosotros estamos mejor que nunca, obvio, si así lo queremos ver.
Dos accidentes de aviación de
aviones fabricados de la Boeing han dado razón para que tales aviones queden
estacionados en los aeropuertos de arribo, hasta tanto se encuentre la falla.
Qué tal que a nosotros nos pasara lo mismo, que ante el primer fallo, quedamos
fuera del mercado. Terrible. Pero lo importante es que no quedamos así, continuamos
con nuestra fuerza y confianza y aquella que el sistema nos depara.
A donde voy. A que nos hace
falta ver como a otros les va para que comprendamos que nosotros no estamos
haciendo lo que se debe hacer para superar nuestros altibajos. Cosa difícil,
posiblemente, pero no imposible de superar. Una vez más es que es más fácil
quejarnos que encontrar la solución a los problemas.
Algo bien importante. El estar
vinculado a un grupo de personas relacionados, ya sean familiares, vecinos,
coterráneos, etc. nos dificulta el ampliar nuestros horizontes y fácilmente
tener que aceptar sus conclusiones. Pareciera que no tenemos ninguna opción.
Mal, estamos mal. Este tipo de relación nos está afectando nuestro horizonte.
Recordemos aquello de que los “arboles no nos dejan ver el bosque”.
Netlix, es una organización
que nos presentan en forma continua una completa diversidad de películas, que a
su vez nos traen material suficiente para distraernos y si así lo queremos de crear
nuevas formas de distracción y creatividad. Formas que nos van a facilitar
nuestra evaluación de lo que está pasando en el resto del mundo y que estas no
son el fin de él.
Les recomiendo ver la
siguiente película: ‘The Boy Harnessed the Wind’ distribuida en el 2019 con
TV-PG, duración 1h y 53 minutos HD, Coproducer Donald Sabourin. Títulos en español, se refiere a la vida de un
joven africano que manejó el uso del
viento para producir riqueza, agua para los cultivos de sus padres y su
comunidad.
Lo interesante, una vez vean
la película es ver como un joven con un hogar muy pobre, con los problemas
propias de la ausencia de agua en algunos países africanos, superó sus
limitaciones, gracias a su creatividad, en un medio donde de todo hacía falta.
Tengo que hacer un PARE acá.
Esto que aquel chico pudo hacer con tantas limitaciones a veces nos impele a
‘tirar la toalla’, más este joven con toda la escases que se quiera, inclusive
de la negatividad de su padre al no llegar a comprender lo que el joven deseaba
lograr. Claro el ambiente del padre era el mismo de su comunidad, así que más
no se les podía pedir, negativismo. Algo parecido a lo que nos puede pasar.
Los padres del chico no podían
pagar su asistencia a la escuela porque no tenían dinero. Tampoco podía asistir
a la biblioteca, una habitación con escasos libros. En un campo desolado, pues
cuando llovía todo se inundaba, pero cuando no, entonces la comunidad no podía
sembrar y cosechar su maíz, para su sustento y comercio.
Era tal el atraso de este
pueblo que inclusive los políticos llegaban a lastimar a sus residentes, uno de
ellos murió después de haberse atrevido a hablar de las obligaciones de la
democracia.
El joven de nuestra película,
sacaba de donde fuera posible, conocimiento sobre como poder crear una fuente
de energía que a vez sacara el agua de las corrientes subterráneas para
beneficio de la agricultura. Utilizando el dínamo de la bicicleta de un
profesor y pedazos de batería que encontraba en el botadero de basura del
pueblo, creó un sistema que les permitió bombear agua a los surcos de sus
campos para producir maíz.
La película no muestra lo
titánico del esfuerzo hecho por este joven para lograr lo que él suponía sería
la redención de su pueblo, empezando por su madre, su padre y una querida
hermanita que había tenido que emigrar para que la escaza comida de su familia
no estuviera limitada por ella. Tremendo, ¿verdad?
Esa película es un haz de luz
en nuestro deseo por superación personal en un país lleno de oportunidades, que
a veces no vemos, pero que ahí están.
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