OPINION, 9 agosto 2018
¿Cuándo se vino para este
país, alguna vez pensó que en el lote de su residencia tendría unos 8 mangos y
que su producción podría ser superior a mil mangos? Y de haberlo pensado,
cuénteme que habría hecho con toda esa producción, por un lado, por otro
estaría usted dispuesto a tomar jugo de mango al desayuno, jugo de mango al
almuerzo y juego de mango a la comida, durante más de 30 días. Y qué tal si le
digo que llegué a sustituir mi copa de vino por un delicioso y frio jugo de
mango.
Bueno este es el caso que nos
pasa a nosotros. 1000 mangos y no hemos terminado la coger la cosecha. Como
vemos, la sobre producción crea problemas de
distribución en la comunidad, cuando pareciera que todos los habitantes
contamos con, por lo menos, una planta de mango y por lo tanto no solo podemos
ofrecer, sino que nos ofrecen y lo que es ‘difícil de entender’ es que tuvimos
que recibir y obviamente agradecer tan especial detalle.
Por otro lado no teníamos ni
idea de la gran variedad de mangos existentes, inclusive nuestro vecino produce
mangos que parecen casi plátanos por su tamaño, ni decir de la exquisitez
cuando al córtalo en rebanadas, dejándolo en la nevera por unas tres o cuatro
horas, al tomar el tenedor y coger una de tales rebanadas para deleitarse como
si fuera el último, en nuestra querida Florida.
Otras personas, como acá en
casa, obviamente, no solo las tajadas nos han dado ese exquisito gusto, sino
las diferentes formas como lo preparan dándole un sabor especial, ya sea irviéndolas
después de quitada la cascara, con canela y ‘half-and-half’, especie de crema
de leche.
Ha habido dueños de plantas de
mango que no siendo su fruto de su gusto, han colocado los mangos, grandes o
pequeños en bolsas en el ‘driveway’ para las personas que así lo deseen, se los
lleven. Al principio me pareció un poco extraño, pero posteriormente comprendí,
la dificultad que ellos hubieran tenido para distribuirlos entre sus vecinos,
no siendo ellos ferviente admiradores de los mangos como lo somos nosotros.
Para nosotros ha sido la mejor
oportunidad para distribuir a nuestros estudiantes, algunos profesores,
profesores invitados, vecinos, miembros de nuestra iglesia, jardines botánicos,
bibliotecas, hogares con grandes familias. En una de ellas, el esposo estaba en
casa, así que él era el mejor ‘fabricante de jugos’ para su gran familia.
Habiendo sido operado de urgencia, una vez se recuperó, continúo con su
gratísima labor.
Por primera vez nos hemos
preocupado por la calidad, sabor y tamaño de las plantas de mango, con el fin
de mejorar nuestra calidad. La mejor fuente de conocimientos sobre como
plantarlo en la Florida nos ha permitido avanzar en nuestro conocimiento en
forma más ‘científica’. Inicialmente y a través de Youtube.com visitamos https://www.gardeningknowhow.com
y en forma sencilla con un fruticultor en España desde la germinación, siembra
e injerto de los magos, visítalos en https://www.youtube.com/watch?v=U48FRtS2gu8.
En base a las recomendaciones
del último fruticultor nos hemos preocupado en colocar la semilla de mango en
el papel que se utiliza en la cocina, debidamente doblado, manteniéndolo húmedo
por una semana, al final de la cual ya habrá aparecido la primera raíz.
Mientras tanto, recomiendan que se verifique la porosidad del sitio donde se va
a plantar. En nuestro patio, era bastante seco, razón por la cual tuve que
regar continuamente, preparando el terreno para así plantar la semilla.
Inclusive aproveché la oportunidad para enriquecer el subsuelo con desechos de
otros mangos.
Mañana será la fecha en que
instalaremos la semilla ya con su raíz hacia abajo, dejando un cuarto del
tamaño del mango por encima de la superficie de la tierra. Luego mantener
debidamente húmeda el área de la raíz fin facilitar su crecimiento ideal.
Sea esta la oportunidad para
agradecer a Dios el habernos dado como nuestra tierra, la de la Florida y en
especial de Port St. Lucie, no solo para nuestros frutales, sino para nosotros
como familia. Y a todos con quienes pudimos compartir este regalo hayan gozado
de esta nueva experiencia y aprovechen esta oportunidad para plantar un mango
en su patio. No solo les dará vida, sino su sombra en tiempos de verano para
protegerse del sol, o descansar mientras se deleita con un vaso de jugo de
mango. ¡Qué tal!
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