sábado, 4 de agosto de 2018

DIOS NOS BENDICE A MANOS LLENAS EN PORT ST. LUCIE


OPINION, 9 agosto  2018

¿Cuándo se vino para este país, alguna vez pensó que en el lote de su residencia tendría unos 8 mangos y que su producción podría ser superior a mil mangos? Y de haberlo pensado, cuénteme que habría hecho con toda esa producción, por un lado, por otro estaría usted dispuesto a tomar jugo de mango al desayuno, jugo de mango al almuerzo y juego de mango a la comida, durante más de 30 días. Y qué tal si le digo que llegué a sustituir mi copa de vino por un delicioso y frio jugo de mango.

Bueno este es el caso que nos pasa a nosotros. 1000 mangos y no hemos terminado la coger la cosecha. Como vemos, la sobre producción crea problemas de  distribución en la comunidad, cuando pareciera que todos los habitantes contamos con, por lo menos, una planta de mango y por lo tanto no solo podemos ofrecer, sino que nos ofrecen y lo que es ‘difícil de entender’ es que tuvimos que recibir y obviamente agradecer tan especial detalle.

Por otro lado no teníamos ni idea de la gran variedad de mangos existentes, inclusive nuestro vecino produce mangos que parecen casi plátanos por su tamaño, ni decir de la exquisitez cuando al córtalo en rebanadas, dejándolo en la nevera por unas tres o cuatro horas, al tomar el tenedor y coger una de tales rebanadas para deleitarse como si fuera el último, en nuestra querida Florida.

Otras personas, como acá en casa, obviamente, no solo las tajadas nos han dado ese exquisito gusto, sino las diferentes formas como lo preparan dándole un sabor especial, ya sea irviéndolas después de quitada la cascara, con canela y ‘half-and-half’, especie de crema de leche.

Ha habido dueños de plantas de mango que no siendo su fruto de su gusto, han colocado los mangos, grandes o pequeños en bolsas en el ‘driveway’ para las personas que así lo deseen, se los lleven. Al principio me pareció un poco extraño, pero posteriormente comprendí, la dificultad que ellos hubieran tenido para distribuirlos entre sus vecinos, no siendo ellos ferviente admiradores de los mangos como lo somos nosotros.

Para nosotros ha sido la mejor oportunidad para distribuir a nuestros estudiantes, algunos profesores, profesores invitados, vecinos, miembros de nuestra iglesia, jardines botánicos, bibliotecas, hogares con grandes familias. En una de ellas, el esposo estaba en casa, así que él era el mejor ‘fabricante de jugos’ para su gran familia. Habiendo sido operado de urgencia, una vez se recuperó, continúo con su gratísima labor.

Por primera vez nos hemos preocupado por la calidad, sabor y tamaño de las plantas de mango, con el fin de mejorar nuestra calidad. La mejor fuente de conocimientos sobre como plantarlo en la Florida nos ha permitido avanzar en nuestro conocimiento en forma más ‘científica’. Inicialmente y a través de Youtube.com visitamos https://www.gardeningknowhow.com y en forma sencilla con un fruticultor en España desde la germinación, siembra e injerto de los magos, visítalos en https://www.youtube.com/watch?v=U48FRtS2gu8.

En base a las recomendaciones del último fruticultor nos hemos preocupado en colocar la semilla de mango en el papel que se utiliza en la cocina, debidamente doblado, manteniéndolo húmedo por una semana, al final de la cual ya habrá aparecido la primera raíz. Mientras tanto, recomiendan que se verifique la porosidad del sitio donde se va a plantar. En nuestro patio, era bastante seco, razón por la cual tuve que regar continuamente, preparando el terreno para así plantar la semilla. Inclusive aproveché la oportunidad para enriquecer el subsuelo con desechos de otros mangos.

Mañana será la fecha en que instalaremos la semilla ya con su raíz hacia abajo, dejando un cuarto del tamaño del mango por encima de la superficie de la tierra. Luego mantener debidamente húmeda el área de la raíz fin facilitar su crecimiento ideal.

Sea esta la oportunidad para agradecer a Dios el habernos dado como nuestra tierra, la de la Florida y en especial de Port St. Lucie, no solo para nuestros frutales, sino para nosotros como familia. Y a todos con quienes pudimos compartir este regalo hayan gozado de esta nueva experiencia y aprovechen esta oportunidad para plantar un mango en su patio. No solo les dará vida, sino su sombra en tiempos de verano para protegerse del sol, o descansar mientras se deleita con un vaso de jugo de mango. ¡Qué tal!

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