sábado, 30 de enero de 2021

MANTENGAMOS UN ESPIRITU POSITIVO Y DE SER POSIBLE, UNA SONRISA

OPINION, 4 febrero 2021

Definitivamente cada día nos trae una nueva emoción, algo que nos anima a vivir o sentir el deseo de hacer muchas cosas. Claro, decimos nosotros, todo depende de nuestro estado de ánimo. ¿Será posible? Acaso ¿no estamos animados todos los días? Creo que existe uno o muchos factores que nos pueden animar o lo contrario, todos los días.

No será que nos exponemos a nuestro estado de ánimo para actuar. No hay duda, no podemos pasarle la pelota a otros, ellos pueden tener injerencia, pero somos nosotros lo que debemos definir el sí o el no. Por ello la persona más importante en nuestras vidas, es indudablemente cada uno de nosotros. Pues sin ello, como podremos ser los ejes de realización de la vida, de nuestro compromiso con Dios, con el hombre, consigo mismo.

No podemos dejar de lado la trascendencia que juega nuestra personalidad dentro del medio en que vivimos. No solo por nuestra familia y círculo social, no, por la sociedad como tal.

He visitado recientemente Youtube en busca de educadores españoles que se encuentran haciendo presentaciones sobre temas  de trascendencia, con títulos muy sencillos. Un ejemplo: “El valor de la actitud” por el presentador Victor Kuppers.

Precisamente Victor cita a Martin Luther King, quien dejara  de herencia, entre otros factores positivos esta frase: “En esta generación tendríamos que arrepentirnos, no de las maldades que hace la gente mala, sino del abrumador silencio de las personas buenas”. ¡Wow! Bestial. Esto ya lo había escuchado pero no en esta forma tan tajante que nos deja muy tristes. Claro hemos dejado pasar y pasar muchísimas cosas y como si nada. Entre nosotros comentamos, pero no actuamos.

Será posible que hayamos llegado a tal extremo, o mejor que a pesar de  tal grado de indiferencia continuemos participando activamente de lo que sucedió. Verdad que es inaudito y lo que es peor que los causantes continúan con su mismo cuento haciendo creer que ellos son  los seres que sufren por los goles que no pudieron meter a pesar de su frustrada y reconocida participación.

Será que somos tan complejos que solo nos encontramos en determinados momentos para tomar determinadas decisiones. Seguro que sí, hay momentos que mejor dejamos para más tarde, ya sea por razón anímica o falta de pruebas que nos permitan tomar tales decisiones. Mucho tiene que ver las características que cada caso implique la complejidad o facilidad de tales decisiones.

Es cierto que en algunas oportunidades preferimos utilizar expresiones que nos liberan de nuestra decidía, por ejemplo, para “mañana” y así nos quitamos la presión. Esto puede facilitar o complicar nuestra posición. A quienes debemos contactar, ver o visitar van a marginarnos. Claro, si pedimos algo y ante la demora no actuamos, preguntando en qué estado se encuentra, estamos afectando nuestros planes  y al mismo tiempo dando una mala impresión.

Se me presentó el siguiente caso. Debía contactar un ortopedista. Primera opción consultar el website de la compañía de seguros. Como cosa extraña no aparecían dichos profesionales. Opté por buscar a través del browser de internet. Había muchos profesionales pero un poco distantes. La mayoría no daban citas sino hasta la siguiente semana. Un poco incómodo por la dificultad para encontrar lo que necesitaba,  opte ir a un centro ubicado sobre la US1 con la calle 90 en Port St. Lucie.

A tientas llegamos al lugar que buscábamos, el Florida Orthopaedic Specialists. Corrimos con gran suerte no cola, éramos los únicos para atención. Recepcionista de inmediato tarjeta del seguro de salud y pase de conducir además de la razón de la visita. Una vez iniciado el proceso de chequeo, disponibilidad del facultativo lunes a las 3 p.m. Que se debe llenar un formulario, pero que lo puede llevar, para llenarlo en casa. Como siempre, felicité a la recepcionista, agradeciendo su fina atención y deseando que pronto la ascendieran. Ella sonrió.   

Lo que me parecía algo aburrido se convirtió en una fina atención. Tanto que al felicitar a la persona a cargo, le indiqué que ella era un ángel, ella sonrió y dijo “Pero será en el  cielo”, a lo que acoté, No, porqué la necesitamos aquí, no allá.

Lo que pensé que iba a ser algo tedioso, resultó todo lo contrario. Claro, comprendo que probablemente el caso no sea para todos igual, pero no hay duda que si hacemos lo posible por manejar nuestras relaciones con la estrategia adecuada, podemos asegurar un resultado positivo para las partes.

No olvidemos que quien maneja el caballo es el jinete,  por lo tanto debemos mantener el mejor estado de ánimo. 

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