OPINION, 3 de diciembre, 2020
Pareciera que la edad nos
limita nuestra capacidad para realizar nuevos proyectos, nuevas actividades, y
nos disculpa para mantenernos en casa “sin hacer nada”, más que esperando que
nos llamen de la cocina: “el desayuno está servido”. De ser así estamos perdiendo un tiempo
precioso.
Muchísimo tiene que ver
nuestro estado emocional para nuevos proyecto, caso contrario continuaremos
igual. Mientras no entremos en calor, en ilusión, en otras palabras nos
enamoremos de nuestros sueños, estaremos rezagados, con la buena disculpa que
para eso me mate muchísimo y no tengo porque dejar de levantarme a las 10 a.m. Recuerde,
usted hace lo que usted quiere, punto. Pero si aún tiene ganas de vivir, por
una razón, dejando un ejemplo para los suyos, es mucho lo que Dios nos permite
hacer antes de nuestro viaje final.
¿Cómo así? Cómo pretende usted
decirme a estas alturas “de estar enamorado”. Si, claro, cuando uno crea
proyectos, de inmediato nace algo muy especial, nos enamoramos de ellos, por lo
menos eso es lo que me pasa a mis primeros 81 años. Es ahí donde radica el
éxito de nuestros, proyectos. Estos pueden ser muy simples, no importa, lo
importante es que nazca en nuestro corazón realizar acciones en favor nuestro,
de nuestra familia, nuestra comunidad, nuestro país, según sean nuestras
intenciones.
Este ejemplo le puede servir: El
área que debiera ocupar parte de nuestro jardín, donde se encuentran los
frutales, con frecuencia decaía debido al crecimiento de la maleza. Debo
reconocer que el problema no era la maleza, era la falta de dedicación para
mantenerlo activo y floreciente. Bueno esto debía cambiar.
Uno de los factores que nos
ayudaron a sentir la necesidad de poner a trabajar nuestra creatividad, fue la
motivación que los programas que tiene Youtube sobre la versatilidad y dominio
de los cientos de jardines de diferentes tipos de residencias, si en área
tropical o de clima cálido o frio.
En nuestro caso, coincidía con
la necesidad de cambiar la vieja cerca. Sus más de 20 años se hacían ver. Ya la
habíamos pintado, pero el tiempo se hacía notar, ‘había que cambiarla’. ¡Ah! el
25 de noviembre, sería el día ideal ya que tendríamos además el jueves de Acción
de Gracias, viernes y sábado. Más que tiempo suficiente para realizar el
proyecto. Cambio de cerca y arreglo del jardín.
Sin más ni más, iniciamos el
proyecto el miércoles, desprendimos todos los paneles, sorteando la madera con
el fin de utilizar parte para el proyecto, si así se requería y el resto se
desecharía. Visitamos a Home Depot para chequear disponibilidad de los paneles,
arriendo de la volqueta para transporte, puntillas, tornillos, etc.
Coincidió que el 25 era el
último día para pagar los $3.000 del seguro de la casa. Recuerdan que antes
eran unos $1.500, pero ahora, por no contar con techo con cobertura de
“shingles” de menos de 15 años y me imagino otras variables. Había que tener el
dinero disponible. Lo que afectaba el presupuesto regular. Comentando con mi
señora, llegamos a la conclusión que lo mejor era no incurrir en el gasto de la
cerca, el jardín no requeriría desembolso de dinero.
Les comento que lo que hemos
hecho fue gracias a ese espíritu que Dios nos da para realizar lo que queramos.
‘A estas alturas del partido’ dedicarse a trabajar con la madera, cargarla,
desarmar una área que era para picnic, con el objeto de utilizarla en los postes
de la vieja cerca, cubrir el área del jardín con un plástico fin evitar
crecimiento maleza, nos tomó un poco más de tres días, sin ayuda externa, sin
necesidad de utilizar ni un centavo. Esto se llama amor.
Ahora nuestro jardín exhibe
dos trabajos en yesos de delfines, recién pintados, un rectángulo también
pintado en color blanco donde encajan varios bambúes, los triples del piso y el
marco de su estructura pasaron: los primeros a formar parte de lo que fuera la
cerca, utilizando los postes. Los segundos, pasaron a ser la separación del
jardín del prado y los frutales, debidamente pintados. ¡Wow! Que alegría que
Dios nos da estas satisfacciones para con orgullo y amor gozar de algo que
nunca pensamos lo podríamos hacer. ¡Ah! Les cuento, no envidiamos a ninguno de
los diseñadores en Youtube, lo que sí, les agradecemos el habernos inspirado a
crear algo nuevo y genial.
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