PARA DONDE VAMOSSI ES QUE QUEREMOS LLEGAR A ALGUNA PARTE

 OPINION, 10 diciembre 2020

A veces nos acostumbramos a creer que todo era como en nuestros países de origen. No obstante esto no siempre se da. Los cambios afectan las condiciones a las que nosotros hemos estado acostumbrados. Y que tal cuando de la noche a la mañana las compañías se organizan para incrementar sus precios, obviamente sin dar tiempo al consumidor para que obtenga los respectivos recursos.

Por ejemplo, nosotros venimos de países donde muchas cosas no se hacen. Por ejemplo, asegurar nuestras casas, y menos las que quedan en las áreas periféricas. En la casa  paterna nunca se habló y menos se tomó un seguro. Sencillamente los bienes se cuidaban, en forma tal que se prevenían los daños. Por otro lado, obviamente no contábamos con huracanes, inundaciones, etc. Pero al llegar acá, nos damos cuenta que las cosas son diferentes y debemos adaptarnos rápidamente.

Tal es el caso de los costos de los seguros de nuestras casas, con incrementos del 100%. El punto crítico, que el techo sea hecho con “shingles” y que lleven más de 15 años de instalación. En nuestro caso, 21 años. Lo interesante es que al parecer todas las compañías, por lo menos así me paso con unas 6 que cotice telefónicamente, de inmediato, indican que ellos no ofrecen cotizar si no se supera tal requisito. 

A una de ellas le consulté cual sería la cotización caso de cambiar los “shingles”, unos $150 dólares menos. ¿Qué tal? Es muy probable que acá, para estar preparados para prevenir lo que ha  pasado en California, que de pronto miles de casas se incendiaron, acá suceda algo similar con los huracanes, precisamente por las causas del calentamiento universal.

Tal incremento ha descuadrado nuestro presupuesto en forma tal que debemos hacer recortes en otros gastos, inclusive llegamos a pensar en no asegurarnos. Lamentable o afortunadamente ya pensamos como los nacidos acá, que debemos asegurar nuestros bienes, ¡indefectiblemente!   

Ante la duda, visita Youtube.

No siempre contamos con alguien que nos pueda orientar en determinados casos. Por ejemplo, la llave  de nuestro automóvil funciona si se presiona determinado botón, pero deja de hacerlo si su batería esta baja. Obvio, que nos queda la alternativa de utilizar la llave, que se encuentra incorporada al llavero.

Precisamente llegué a creer que el carro estaba fallando, ya que no “obedecía” a los impulsos del llavero. Cuál no sería mi sorpresa cuando nuestro mecánico me dijo que el problema era que la pila del llavero estaba muerta.

Rápidamente la compré. Esta me duró un par de meses, cosa que me sorprendió, pues la original duro mas de 2 años. Cuando no tengo a mano al distribuidor, recurro a Youtube. Ejemplo. La pila del llavero empezó a fallar. Consulté en Youtube y de inmediato aprendí que el tipo de llavero requería una pila Energizer, código 2025.

La primera pila me costó algo más de $5. Ahora ¿dónde la podría comprar? Sencillo en Walmart en la sección artículos para vehículos y me costó solo $1,87. Estoy llevándole el registro de tiempo de duración.

Todos resultamos de la familia

No sé si a usted le agrada que las personas que acaba de conocer lo llamen por su nombre de pila: Juan, Carlos, María, Isabel, etc.

Me llama un señor y me dice Nelson, “es que necesito tomar clases de inglés”. Con quien tengo el gusto, Juan Chicamocha. Muy bien Sr. Chicamocha le agradeceré me envíe un correo electrónico explicando por qué desea aprenderlo. Aun cuando solo nos quedan tres clases para terminar el año lectivo, con gusto haré una excepción. Le doy la dirección y obviamente nunca envió el citado mensaje. No es la primera vez.

Me llama una señorita, mientras me encontraba en clase. Como excepción, interrumpo la clase y le pido la atención de llamarme dentro de 15 minutos por encontrarme en clase. Ella dice que así lo hará. Aun continúo esperándola.

Uno se pregunta que están buscando estas personas, o soy yo el que no ha querido entender como mis coterráneos están creando un nuevo sistema. ¿Será que les funciona? No lo creo, por eso están donde están y ahí seguirán.

Las multas por presentar cheques sin fondos, por equivocación, son reembolsables.

Si por una razón diferente a la falta de fondos, le devuelven un cheque, es probable que le multen con un cobro de $40 tanto para quien va dirigido, como de su cuenta unos $30. Una vez aclarada la razón con los dos  bancos, usted puede solicitar reintegro de tales sumas. Con gusto, así lo harán. Hay que hablar, caso contrario será difícil que se los reintegren.